A diferencia de Lasso, Daniel Noboa sí ha dado a notar que no le tiembla la mano al momento de hacer cambios en su gabinete, es decir que no hace prevalecer amistades ni lealtad, reconoció Solines.
El abogado Juan Carlos Solines lamentó que Ecuador se haya acostumbrado a vivir entre los vaivenes de la política, además de los problemas y crisis de todo tipo, mismos que no han podido ser enfrentados bajo una planificación, porque los últimos dos gobiernos de Guillermo Lasso y Daniel Noboa, no llegaron con un equipo al Gobierno.
Solines enfatizó que la administración de Guillermo Lasso dejó un Estado descolocado, en muchos aspectos, no solo en lo económico, sino en lo social, productivo, eléctrico y hasta en lo judicial con casos como el León de Troya o el Encuentro.
“Se saca a flote una descomposición absoluta del Estado, donde intervienen sectores privados, profesionales de derecho, entre otros”, puntualizó.
Es en ese contexto, que llega Daniel Noboa, quien, a criterio de Juan Carlos Solines, no tenía entre sus planes ganar las elecciones de 2023, pero la coyuntura política le jugó a favor y se convirtió en presidente de la República.
“Tuvo que implementar un equipo y estrategia de gobierno frente a una crisis multidisciplinaria que debía enfrentar”
El abogado Juan Carlos Solines reconoció que, en medio de esa improvisación, Daniel Noboa, supo armar una coalición para hacer mayoría en la Asamblea Nacional y lograr una gobernabilidad que le permitió aprobar leyes económicas urgentes, en muy corto tiempo.
“Daniel Noboa está en proceso de consolidar un equipo con el que pueda gobernar, siempre supo que estaba en periodo de transición”, aseveró.
Si bien Solines aseveró que se desconoce cuál es la consideración de Daniel Noboa para conformar su equipo, el mandatario sí ha dado a notar que no le tiembla la mano al momento de hacer cambios cuando así lo estima, es decir que no hace prevalecer amistades ni lealtad, como sí ocurrió con Guillermo Lasso.
Juan Carlos Solines destacó la forma de hacer política de Daniel Noboa, porque en medio de la ola de violencia, secuestros, homicidios y extorsiones que se registran todos los días, el presidente de la República ha sabido mantener su popularidad, por los discursos que ha tenido, dando cuenta de un supuesto control de las cárceles y de la ejecución de un Plan Fénix del que se desconocen sus detalles, entonces hay una percepción en la población de que el gobierno tiene el control.