La marcha avanzó por la Av. Amazonas hasta la Comandancia de Policía donde se solicitó un minuto de silencio por las víctimas de femicidio y, entre cánticos, abrazos y lágrimas llegó a su fin.
Con decenas de cruces negras sobre el piso inició la conmemoración del primer aniversario del femicidio de María Belén Bernal, denominado Marcha de la Luz. Pero no solo de ella, en las pancartas que cargaban quienes se dieron cita en los bajos del Ministerio de Agricultura, se leía “justicia para Juliana, para Michelle, para Lizbeth, para Evelyn, para Lety” los carteles se acompañaron por el potente y tan sonado grito de: ¡Ni una menos, vivas nos queremos!
En lo que va del año, Ecuador registra más de 275 femicidios, es decir se asesina a una mujer por cuestiones de género cada 17 horas. Pata algunas, la justicia tardó pero llegó, para otras sólo existe silencio y abandono, a pesar de los años y años de lucha y resistencia.
🔴 #Atención | Este es el ambiente que se vive a esta hora en la Marcha de la Luz.@evelincaiza94 conversó con las asistentes. pic.twitter.com/T8dj9noXaU
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) September 11, 2023
Historias como la de Karol, quien con lágrimas gritaba ‘verdad, justicia y reparación para las víctimas de violencia de género’ son las que inspiran a decenas de mujeres que, con pañuelos verdes y morados, salieron la tarde de este 11 de septiembre de 2023 a gritarle al Estado, al Gobierno y a la sociedad que no sean indiferentes, que nadie está a salvo de la violencia, que mañana puede ser su hija, su prima, su amiga.
Para Karol, Guillermo Lasso colocó los derechos de las mujeres al último de su agenda. Aunque con su voz quebrada, cuenta cómo hace 10 años, su hermana fue asesinada por Juan, quien frente a un altar juró amarla, cuidarla y respetarla. Dice que jamás se hizo justicia y que, la verdad, están cansadas ya de pensar en eso.
Frente a Karol, se encuentra Elizabeth Otavalo, invitando a las asistentes a tomar unas antorchas que acompañarán la marcha que llegará a la Comandancia de Policía, esto de forma simbólica ya que Bernal fue asesinada por un policía, dentro de una escuela de Policía . Otavalo atiende múltiples entrevistas en las que recuerda a “su María Belén”. En cada una recalca que Isaac ya lleva un año sin su madre. Y aunque parezca que en el caso Bernal se hizo justicia, ya que el femicida Germán Cáceres cumple una condena de 34 años y ocho meses, no es así.
La marcha avanzó por la Av. Amazonas hasta la Comandancia de Policía, donde decenas de uniformadas resguardaban el ingreso, también se colocaron varias cercas metálicas. A las afueras del lugar se solicitó un minuto de silencio y entre cánticos, abrazos y lágrimas el emotivo evento llegó a su fin.