Los reclamos docentes persisten en la Argentina. Con mayor decisión después de que ayer por la noche secuestraran a una maestra y la torturaran escribiéndole con un punzón en la panza “ollas no”, criticando la creación de ollas populares donde se da de comer a familias enteras.
“Generamos alimentos para 400 millones de personas, no puede ser que se instale el hambre en los barrios más humildes”, despotricaba el dirigente de Barrios de Pie, Daniel Menéndez.
Una de las organizaciones que realizaron ollas populares en el centro de la ciudad de Buenos Aires, para que se tome consciencia del trabajo que se hace en las periferias para combatir la falta de trabajo y de posibilidades que vive la población con menos recursos bajo el mandato del Fondo Monetario Internacional.
“La paz social está en peligro”, alertan desde la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y del Movimiento Evita. Aunque no son las únicas organizaciones que vienen advirtiendo sobre el deterioro de las condiciones de vida de las mayorías populares.
Los últimos anuncios económicos del gobierno de Mauricio Macri que pretende adelantar los préstamos del FMI para 2020 y 2021, generan un mayor clima de incertidumbre, refrescando la memoria de una Argentina en default, como se vivió en 2001. Distintos analistas económicos, aseguran que la Argentina ya entró en default, al generar menos dólares que los que necesita para cubrir sus gastos y aseguran que el cimbronazo económico y social será mucho más brutal que el estallido de 2001.
Todavía el rumbo se puede enderezar, pero para eso es necesario un equipo económico idóneo y con voluntad productiva y de inclusión social. En las periferias de las grandes ciudades se pide la renuncia de Macri y que se pueda volver a trabajar, comer, estudiar y ordenar mínimamente la vida de cada uno.
Los sindicatos mayoritarios convocaron para el 25 de septiembre un paro general. Los docentes paran por 48 horas y las agrupaciones de cooperativistas y desocupados aseguran que volverán a las calles, “si no hay respuesta” de parte del gobierno. La única respuesta es el traslado de fondos de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y Salud al ministerio de Seguridad. El gobierno también cree que no habrá paz social.