Nueve artistas explorarán su propia rebeldía, sus placeres, su libertad, en una obra multidisciplinar en el Museo Mindalae, en Quito.
Punto Noticias. Huitaca es una Diosa de la mitología Muisca, de Colombia. Una deidad que representa, según la historia oficial, todo lo prohibido, lo oculto, los placeres, la desobediencia. En un acto de rebeldía, la artista Anna Jácome provoca una nueva puesta en escena llamada “Las de Adentro”, que reinterpreta el mito de la Diosa en un manifiesto en contra de la violencia a la mujer.
Prefiere llamarse provocadora, antes que directora de la obra. Será un evento multidisciplinar de música, canto, danza, video, teatro, que tuvo su estreno en agosto de este año. Este viernes 26 de noviembre tendrá su cuarta edición en el Museo Mindalae.
Jácome compone la obra a partir de los textos escritos por la artista e investigadora colombiana, Diana Florez. “Esta Diosa se ha venido encarnando e incrustando en mis búsquedas escénicas. Y lo que he llegado hacer es una alternancia artística fémina. En cada edición invito a nuevas artistas que se permitan, a través de su lenguaje escénico, encarnar a la Diosa”, contó.
Esta última versión, nueve artistas estarán en escena. “Alas de Huitaca”, es el título de la serie de tres podcast que realizó Florez y que contarán la historia, mientras las intérpretes personifican la rebeldía, el furor de sus placeres y la desobediencia al patriarcado.
La historia de Huitaca, poco conocida, como la mayoría de las diosas prehispánicas, fue contada por los colonizadores. “Ella representa todo lo prohibido, lo oculto, los placeres, la lujuria. Se le ha llamado la Diosa rebelde porque, dentro de su mitología, recibió un castigo a causa de su desobediencia por no querer seguir los lineamientos del dios patriarca Bochica”, contó.
Huitaca conectó con Florez en un momento importante en su vida. “Lo que hice fue, a través de este mito, explorar mi propia rebeldía, mi propia libertad. Explorar los placeres femeninos y buscando siempre que esas historias trasciendan espíritus, corazones y cuerpos, femeninos y masculinos”, agregó.
Florez lamenta que la historia de Huitaca se muestre como un ejemplo de lo que las mujeres no deben hacer: ser libres, permitirse explorar sus cuerpos.
Mientras contaba su conexión con Huitaca, las mascotas de Diana empezaron a ladrar, aullar, a manifestarse. “Se manifestó la energía de Huitaca en los perritos que están rebeldemente queriendo incidir de manera sonora”, dijo Jácome.
La provocadora de esta obra ha realizado trabajos de danza-sanación. Jácome explicó que, esa incidencia continúa en sus trabajos escénicos, que se compactaron cuando conoció a Diana y, a través de ella, a Huitaca. “Mi conexión va más allá de las fronteras, la recibí como una apropiación muy instintiva como mujer. Cuando llega a mí siento una hermosa responsabilidad de seguir provocando, creando espacios para compartir su energía”, describió.
Para Jácome, el trabajo previo y la puesta en escena tiene un fin: que las mujeres puedan sentir el verdadero furor de sus placeres y pasiones, entender sus maternidades, sus muertes.
Las entradas están agotadas, pero están considerando abrir un link de zoom para que personas interesadas puedan acceder a la obra. El jueves 25 de noviembre, en el día de la no violencia contra la mujer, impartirá un taller. De esa experiencia, tendrá a las próximas protagonistas de la quinta edición que encarnen a Huitaca.