Francisco Roldán aclaró que su hija, quien luchó por la eutanasia, no está enferma sino que le ataca una enfermedad que la inmovilizó a tal punto que depende de máquinas para respirar o de ayuda de terceros hasta para mover un dedo.
Con voz entrecortada el papá de Paola Roldán, Francisco Roldán, se refirió a la sentencia que emitió la Corte Constitucional en la que se aprueba el acceso a la eutanasia para personas con enfermedades catastróficas, incurables y degenerativas.
“Disculpas porque me quiebro”, empezó diciendo Roldán en la entrevista concedida a Ecuavisa.
El también abogado, Francisco Roldán, dijo tener una mezcla de sentimientos y emociones, pues se trataba de un tema moral y ético que la familia, junto con los abogados, pusieron en la mesa del debate nacional, por ser una causa justa, humana y cristiana.
“Dios no es cruel, Dios quiere que los seres humanos vivamos con dignidad y que tengamos una muerte dulce, así fueron las palabras de un sacerdote, mentor mío, él dijo que la enfermedad de mi hija es una enfermedad cruel”, contó.
Francisco Roldán aclaró que su hija no está enferma, sino que le ataca una enfermedad que la inmovilizó a tal punto que depende de máquinas para respirar o de ayuda de terceros hasta para mover un dedo.
“Sin duda hoy Ecuador es un país más humano, desde esa perspectiva debemos tomar las personas que practicamos la religión católica, de ser más humanos y compasivos con quienes tienen enfermedades catastróficas”, dijo.
Roldán sostuvo que solo una persona que vive en carne propia lo que pasó con Paola, puede dimensionar la auténtica caridad cristiana, pues una cosa es contar la situación de su hija y otra muy distinta presenciar los episodios en los que ha estado al borde de la muerte, porque los músculos de su boca ya no funcionan y se atora con la comida, por ejemplo.
“Invito a los católicos que profesamos con fe la religión, a comprender que debemos ser más humanos y más caritativos”, remarcó.
Francisco Roldán mencionó que Paola ha luchado por la vida, a lo largo de toda la enfermedad catastrófica, donde ha estado encarcelada, sin poder moverse y dependiendo de todos.
“Paola no lucha por la muerte, ella lucha para que miles de ciudadanos puedan tener acceso a una muerte asistida, para que no mueran con desesperación”, reiteró.
La sentencia de la Corte no fija plazos, por lo que Paola Roldán junto con su familia han decidido seguir luchando por la vida, realizando todos los esfuerzos sobrehumanos para disfrutar de su hijo de 4 años y de su esposo: “No es que mañana recurrirá a la muerte asistida”, enfatizó Roldán.