La falta de recursos impide que se hagan reformas a las infraestructuras y las autoridades justifican el retorno ante el proceso de vacunación de los estudiantes.
Punto Noticias.- La población estudiantil numerosa de varios establecimientos educativos impide que se cumpla con el distanciamiento social como medida de bioseguridad para combatir el coronavirus que aún está presente.
Los planteles públicos tradicionales, sobre todo, afrontan más desafíos en el retorno obligatorio, debido a que por falta de recursos no ampliaron las infraestructuras para cumplir con el distanciamiento, solo adaptaron medidas sanitarias.
Los alumnos retornan a las aulas, donde antes de la pandemia, ya pasaban aglomerados. Esta situación se da en colegios tradicionales de Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato y Loja,
que tienen más de 35 estudiantes por aula.
Los centros educativos deben regirse al Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE) del Ministerio de Educación que señala que se debe respetar el distanciamiento físico de 1,5 a 2 metros entre cada persona.
Rubén Lema, presidente de la Unión de Educadores del Azuay, manifestó que de acuerdo a los cálculos efectuados si hay 35 estudiantes el espacio debería tener 78 m² y eso no ocurre en los planteles públicos del país en los cuales el Ministerio de Educación no ha invertido en ampliaciones.
El funcionario recomendó que ante el hacinamiento debería dividir a los alumnos en dos aulas
Miguel Pesántez, coordinador de la Zonal 6 del Ministerio de Educación que comprende las provincias de Azuay, Cañar, Morona Santiago y El Oro, reiteró que no hay recursos para realizar adecuaciones. Situación que preocupa a la dirigencia nacional de la UNE.
Pero para las autoridades la vacuna contra el coronavirus causa menos riesgos de contagio y por eso se dispuso el retorno presencial en las mismas condiciones.
Según el Vacunómetro del Ministerio de Salud Pública, el 80,3% de la población entre 12 y 17 años de edad recibió la primera dosis y el 53,3% la segunda, hasta el pasado viernes. De 5 a 11 años la cobertura alcanza el 58,89% con una dosis y 13,61% con las dos.
Entre Quito, Guayaquil y Cuenca hay más de 30 colegios tradicionales, que tienen más de 1.500 estudiantes cada uno.
Para los rectores de las instituciones educativas la situación es compleja, pero deben ajustarse a las condiciones que tienen y pedir ayuda a los comités de padres de familia.
Como parte de la organización han dividido las áreas comunales para el uso por niveles y alternan los horarios de recesos.
Mientras el mundo enfrenta a la nueva variante Ómicron, el COE Nacional se prepara también para estar listos antes este nuevo brote de la enfermedad.
Fuente: El Comercio, UNE, redes sociales