Editorial de Radio Pichincha
Ya nos hemos malacostumbrado a que todo lo que pasa o se quiera hacer en este país sea en función de que favorezca (supuestamente) o perjudique a Rafael Correa. Incluso se hacen titulares o entrevistas para hablar mal o juzgarlo. Y así no se puede seguir.
En una atropellada sesión, en la Asamblea Nacional, no se aprobaron las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP). Y todo porque el supuesto debate se volvió a centrar en los artículos referidos al recurso de revisión de sentencias y el levantamiento de reserva de una investigación. Lo cual, para sus contradictores, solo beneficiaría a Correa. Esto, a más de absurdo, es una vergüenza para quienes estudian el derecho y la garantía del debido proceso.
El recurso de revisión, cuando hay nuevos elementos y pruebas de que se procesó inadecuadamente un juicio, puede hacerse incluso cuando el inculpado haya fallecido. Que este no es el caso, pero es un derecho de todo procesado cuando siente que se han vulnerado sus garantías procesales.
La Revolución Ciudadana defendió el paquete de 86 reformas al COIP porque pretende ser una instancia que obre para todos los ciudadanos cuyos derechos han sido vulnerados.
Con los altercados de ayer y el comportamiento del presidente de la Asamblea, el proyecto de reformas al COIP permanece en el limbo. De no resolverse en 60 días, todo el paquete de reformas quedará archivado y no se volverá a tratar.
Y todo porque la Mafia Mediática y la derecha más torpe solo actúa en función del odio, pues cuando liberaron a Rasquiña, jefe de una banda, en el Gobierno de Lenín Moreno, con un recurso de revisión, ahí no hubo ningún problema.
Es muy complejo vivir así, con el odio como fundamento político. Si mañana se les ocurre que un derecho más o una garantía menos se debe legislar, si beneficia en algo a un ciudadano como Correa como a muchos más, pero con el solo hecho que sea Correa ya no pasará y con eso los demás serán los más perjudicados.
¡Qué país vivimos! PUNTO