Editorial de Radio Pichincha
El simple anuncio de un cambio en la secretaría de la Mujer para, supuestamente, convertirse en el Ministerio de la Política Criminal y Derechos Humanos da cuenta del poco sentido de estadista del Primer Mandatario y de su creencia de que con el cambio de un nombre o una etiqueta ya se da respuestas a los problemas de cada cartera de Estado.
Podríamos formular la pregunta tonta o las más básica: ¿para qué sirve un Ministerio? ¿Cuáles son sus objetivos y razones para estar en la estructura jerárquica superior del Estado?
Y además deberíamos preguntar: ¿Se hacen esas preguntas los actuales mandatarios, asesores, secretarios y los mismos ministros?
De entrada, si ellos nos respondieran con algún grado de sensatez, leyendo la Constitución y las Leyes orgánicas, seguramente no harían lo que hacen o dejarían de decir lo que no les corresponde. Por supuesto, muchos de ellos responden a la lógica empresarial de su gerente general, no entienden el sentido de lo público, el enorme peso de la responsabilidad de lo público.
Siempre tendrán un pretexto para decir cualquier cosa, pero ya van seis meses en el poder, ya saben lo que implica administrar personal, presupuesto y tareas oficiales. Bueno, eso de que ya saben es una ironía, pues a la luz de los hechos parece que no.
Por ejemplo, denominar a un ministerio con el nombre de Política Criminal es casi un absurdo o una barbaridad. Mejor que le pongan de una vez: “Ministerio de la Política del Narcotráfico”. Es como si quisieran administrar y generar política pública para las vías y caminos el ministerio se llamaría “Ministerio de las Carreteras”. Y, para ironizar con ganas, al de Salud le cambiarían por el de “Ministerio de las Enfermedades”.
Pero así estamos, pero como tienen a la Mafia Mediática de su lado, un aparato de trolls bien aceitado por los señores Palomeque y Sarmiento, creerán que todo se resuelve con un buen meme, TikTok o tuit y ya.
Y que a nadie le sorprenda que mañana a la Presidencia le quieran cambiar por Gerencia General de la Empresa Ecuador S.A.
Así estamos, qué le vamos a hacer. PUNTO