En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el país enfrenta el desafío de erradicar esta problemática que afecta a miles de niños y niñas, privándolos de su derecho a la educación y un futuro digno.
Existen evidencias dolorosas de lo que representa la problemática del trabajo infantil en Ecuador. Se puede palpar en cualquier calle del país, en las plazas, en los mercados, en los restaurantes, donde suelen ser expulsados para que no «incomoden» a los comensales con sus caritas de tristeza y, muchas veces, de desesperación.
Visten ropas deterioradas mientras recorren cada mesa, muchos intentando vender frutas o caramelos, otros lustrando zapatos y algunos, al no lograr vender algo, susurran con voz baja e insistente: «regale algo de comer».
En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se recuerda el 12 de junio de cada año, es importante destacar que según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que alrededor de 152 millones de niños son víctimas del trabajo infantil a nivel mundial.
En Ecuador, esta realidad no es ajena. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en su Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu 2022), 248.637 niños y adolescentes entre 5 y 17 años están involucrados en diversas formas de trabajo, privándolos de su derecho a la educación, la salud y un desarrollo pleno.
Lorena es mesera en un restaurante ubicado en la calle República del Salvador, al norte de Quito. Esta calle está abarrotada de restaurantes y, en igual o mayor medida, de niños y niñas que la recorren tratando de vender cualquier producto, principalmente caramelos.
«Los administradores de los restaurantes nos dicen que los saquemos porque ‘les quitan el hambre a los clientes’. Nos toca corretear a muchos de ellos porque no quieren salir de los restaurantes. Muchos ni siquiera aceptan comida porque parece que tienen la orden clara de solo recibir dinero», explica.
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil es un recordatorio de que todos los niños tienen derecho a una infancia libre de explotación y a un futuro prometedor.
En medio de este contexto, Esteban Bernal, ministro de Inclusión Económica y Social (MIES) desde 2021, publicó en su cuenta de Twitter que ratifica su compromiso de implementar programas para proteger los derechos de nuestras niñas, niños y adolescentes.
«Antes de nuestro Gobierno, el porcentaje de trabajo infantil era del 10,4%. Hasta marzo de 2023, lo hemos reducido al 6,5%. Esta problemática», destacó.
En el #DíaMundialContraElTrabajoInfantil, el #GobiernoDelEcuador, a través de @InclusionEc ratifica su compromiso de implementar programas para proteger los derechos de nuestras niñas, niños y adolescentes.
Antes de nuestro Gobierno el porcentaje de trabajo infantil era de 10,4%… pic.twitter.com/o7CwQBH8yf— Esteban Bernal🇪🇨 (@EstebanBernalB) June 12, 2023
A pesar del anuncio de Bernal, según información del MIES, desde enero a diciembre de 2022, solo se han desvinculado del trabajo infantil a nivel nacional 3.588 niñas, niños y adolescentes, de un total de 11.960 atendidos. Es decir, apenas el 1,5% del total de niños, niñas y adolescentes en trabajo infantil registrados en la Enemdu* de ese año.
«Ellos han cumplido su proceso de restitución de derechos con inserción, permanencia y promoción en el sistema educativo, y la familia asume compromisos y un rol protector, garantizando que NO RETORNEN AL TRABAJO», indica la institución