Este lunes se reunirá la mesa técnica, en la que participan los transportistas, con el presidente Lasso, para analizar esta temática.
Punto Noticias. Varias vías para focalizar los subsidios a los combustibles se han planteado, como tarjetas inteligentes hasta compensaciones directas mediante facturas, aunque ninguna ha prosperado.
Este lunes, a partir de las 16h00, se realizará un nuevo diálogo para avanzar en ese objetivo. El presidente Guillermo Lasso se reunirá con los cinco delegados del sector de transporte para arrancar las conversaciones.
Es la primera cita, luego de que el 8 de junio pasado se acordó formar una comisión con los transportistas. De aquí en adelante, las reuniones con los delegados de los transportistas se realizarán semanalmente en el Ministerio de Transporte, con la presencia del titular de esa cartera, Marcelo Cabrera, de Gobierno, César Monge, y de Energía, Juan Bermeo.
Catorce años lleva en el país el debate sobre una salida al subsidio de los derivados. En 2007, la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) planteó al Gobierno de la época eliminar el subsidio y dar una compensación económica directa a la gente vía planilla de luz.
El presidente de entonces, Rafael Correa, creía que era difícil de aplicar y, en su lugar, lanzó en 2014 un plan para reemplazar las cocinas a gas por las de inducción. La idea era que los hogares usaran electricidad para cocinar y en 2018 eliminar el subsidio al gas, pero eso no ocurrió y el plan de inducción se fue desmantelando.
Se pensó, para focalizar los subsidios, en mecanismos dirigidos al transporte, a fin de que el alza del precio de la tarifas no se trasladara al usuario final. Con este concepto, en 2018, el Gobierno de Lenín Moreno subió la gasolina extra de USD 1,48 a 1,85 y dispuso crear una tarjeta para que el taxismo tuviera un cupo de derivados con subsidio.
el beneficio nunca llegó, según Carlos Brunis, titular de la Federación de Transporte Terrestre de Pichincha, a pesar de que taxistas de varias provincias adquirieron las tarjetas. “Al parecer, la Agencia Nacional de Tránsito y los municipios no tenían las bases de datos. La medida no se concretó y el afectado fue el transportista”, sostuvo.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en julio del 2019, advertía que la subvención a los derivados beneficiaba más a los hogares ricos que a los pobres, por lo que su eliminación generaría ahorros de USD 2.300 millones al año e, incluso, beneficios ambientales.
Se planteó una combinación de dos medidas, para mitigar el efecto negativo que tendría en el 40% de hogares más pobres. La propuesta fue subir en unos USD 50 el bono de desarrollo y ampliar la base de beneficiarios. En el caso del subsidio al gas, el BID sugirió dar vales para canjearlos por un cilindro al mes.
Las medidas debían ir acompañadas de atención médica y vales de comida gratuitos para los hogares pobres. En julio de 2019, el Gobierno de Moreno también empezó un estudio, con apoyo del Banco Mundial, para diseñar mecanismos de focalización.
El estudio estaba previsto que tomara un año, pero antes de que termine, en octubre de 2019, Moreno decretó una eliminación total de los subsidios al diésel y a las gasolinas. Como compensación, dijo que subiría el bono en USD 20.
Violentas protestas que terminaron con la derogatoria de la medida solo 13 días después, provocó esta decisión de ‘shock’. Luego emitió el Decreto 894, que dispuso la elaboración “inmediata” de una política de focalización. Se habló de censar a los vehículos rurales, pero los datos no se levantaron, reconoció el exministro de Agricultura Xavier Lazo.
Moreno puso en marcha un sistema de ajuste progresivo, en mayo de 2020. Desde entonces, el precio del diésel subió 52% y el de la extra, 19%.
A la reunión de hoy, el taxismo llega con una propuesta para mitigar el alza: facturación con código QR para acceder a un cupo de gasolina subsidiada. Según Brunis, una distribuidora ya tiene el sistema y sirvió para presentar el proyecto al Gobierno anterior.
Fuente: El Comercio.