No solo es una cuestionó de anunciar que la entrega se aplaza sino también encontrar esos fondos, reiteró.
Édison Yánez, exgerente del Metro de Quito, destacó que no hay razones para aplazar la entrega de ese medio de transporte más allá de lo decidido la última vez debido a la pandemia que provocó una paralización de la obra durante tres meses, de ahí que se preveía que se lo haga en octubre de este año.
Informó que cada mes de prolongación en la entrega de la obra, le cuesta a la ciudad USD1´000.000 porque esa cantidad se debe pagar a las gerencias internacionales que son la técnica y la de fiscalización.
“En el contrato se indica que ambas gerencias deben estar hasta el cierre de la obra”.
Falta de voluntad política
Para Yánez el problema no es corrupción sino falta de visión política porque en junio de 2020 se presentaron los papeles donde se anunciaba que se contrataría conductores para trenes pero desde el Municipio se pidió no hacerlo, luego se dijo que se impulsaría un modelo de operación propia y la banca multilateral lo prohibió.
Asimismo detalló que hasta diciembre de 2020 no se definió la tarifa, de ahí que presentó su renuncia en octubre de ese mismo año porque, dijo, no encontró visión en la obra.
“El problema más simple es elegir como operar el Metro, la parte complicada es como voy a integrar la red de superficie. ¿Cómo le haré eficiente al Trolebús y cómo voy hacer que la gente se mueva por subsistemas mediante un modelo electrónico de pago?”.
Aseveró que ese tipo de decisiones son parte de la operación del Metro porque caso contrario se estaría hablando de trenes moviéndose con ineficiencia.
Sistema de recaudo
Indicó que el sistema de recaudo originalmente era parte del contrato pero en la Alcaldía de Mauricio Rodas se lo sacó sin justificar las razones y apenas el jueves 22 de julio de 2021 se definió este tema.
Detalló que en caso de insistir en la operación propia, el Municipio deberá tener recursos propios para contratar 13 subsistemas a través compras públicas con un plazo mínimo de cuatro años y así obtener un certificado plurianual del proceso: “Caso contrario sería tener contratos anuales para tener que renovar cada año”.
La otra, dijo, es un operador internacional cuyas decisiones dependan de directorio o de resoluciones del Concejo Metropolitano: “El tema es cuál es el más rápido y cuál es el que genera menos costos”.
¿SE JUSTIFICA UN APLAZAMIENTO?
Yánez supone que podría haber una información errada para decidir un aplazamiento de la entrega porque el modelo operacional, financiero y de mantenimiento ya fue realizado, solo se necesita elegir si la operación es propia o se contrata a un operador privado internacional, en caso de definirse por este último se necesitarían hasta siete meses entre lanzar el concurso y seleccionar la empresa.
En ese contexto aseveró que el Municipio ya cuenta con las bases del concurso con modelos técnicos, operacionales y de mantenimiento, de ahí que, reiteró, un aplazamiento será dinero perdido para Quito.
En todo caso el exfuncionario lo atribuye a los cambios de administración pues la curva de aprendizaje es difícil de asimilar ya que es un proceso especial y es la primera vez que en Ecuador se habla de un Metro: “Eso hace que los procesos se retrasen puesto que la obra cuando hay nueva administración se paraliza hasta coger el ritmo”.
“Pero es un tema que no solo para por aplazar la entrega sino en encontrar esos fondos”.
Fuente: FM Mundo