Editorial de Radio Pichincha
A partir de la política de los hechos consumados vamos viendo a diario lo que identifica y marca la conducta del gobierno actual. Lo mismo pasa con la economía, con la seguridad y también con la política exterior.
El presidente Daniel Noboa es escueto y hasta cauto a la hora de hablar. De hecho, dice que hay que manejar los silencios. Por eso, quizá habría que esperar que los hechos hablen por él.
Hoy si queda claro que la agenda de política exterior será de continuidad a la que ya desarrollaron, a su modo, Lenín Moreno y Guillermo Lasso, tanto que la embajadora de Ecuador en EE. UU. será y seguirá siendo Ivonne Baki.
Y lo mismo pasa con respecto a Israel. Queda claro que se ajustará a lo que en la hegemonía mundial se orden con respecto a ese país y su conflicto con Palestina. No hemos oído ni leído una condena abierta y frontal con respecto al genocidio cometido en Gaza.
Incluso, al presidir Ecuador el Consejo de Seguridad de la ONU no vemos una solvencia diplomática no solo para encabezar ese organismo de tanta importancia en estos momentos, sino que demuestra que no se ha entendido que no es una representación solo de Ecuador, sino que es en representación del GRULA, del Grupo Latinoamericano. Se trata de presidir durante el mes de diciembre y en estos 30 días deberíamos demostrar al mundo por qué estamos ahí.
Ojalá la Canciller designada pueda algún momento explicar y aclarar algunas dudas. En el contexto internacional los países, los estados, los mandatarios y los ministros de Relaciones Exteriores los mensajes deben llegar oportunamente, con claridad y puntualmente. Solo así se entiende la diplomacia, no solo es hacer negocios para los privados o nombrar embajadores.
Por supuesto quedan dudas de cómo será el manejo político y diplomático con nuestra región, con nuestros vecinos y con las tensiones internacionales.
Vamos a esperar entonces, pero todavía estamos llenos de dudas. PUNTO