Editorial Radio Pichincha
Es muy duro decirlo, cuesta tanto, pero no hay otra opción: las revelaciones del llamado Caso Encuentro no son poca cosa y dan paso a una reflexión de qué hacer con un Gobierno con autoridades de alto nivel con vínculos muy fuertes con la llamada “Mafia Albanesa”.
En una democracia madura esto no debería ocurrir, no sería motivo para hablar casi todos los días, menos aún a partir de una decisión de la Fiscalía y de la misma Policía de archivar una investigación donde se mencionan figuras políticas y públicas del nivel del cuñado del Presidente de la República del Ecuador, el señor Danilo Carrera Druet.
Nos hace daño a todos los ecuatorianos porque estamos hablando de autoridades del más alto nivel del Gobierno y en consecuencia la desconfianza, la credibilidad por los suelos, no solo de la ciudadanía, sino de los organismos internacionales, de los inversionistas extranjeros, de las embajadas, de los grupos económicos que aspiraban a contar con un buen socio en el Gobierno.
Hoy por hoy Ecuador ha quedado manchado, muy mal parado y hasta muy ofendido con lo que se ha revelado, de a poco, desde el 8 de enero último. Y frente a eso el Gobierno ha sido torpe, reactivo y hasta defensivo para afrontar una grave situación.
¿Qué habría pasado si todo esto ocurría sin un proceso electoral de por medio?
Lo dejamos para la reflexión, pero para entrar en lo de fondo hay dos o tres preguntas latentes que están en la conversación pública:
1.- ¿Hay condiciones y garantías para sostenerse en el cargo con tan nivel de escándalo donde todo lo dicho entierra el relato de la honestidad y la lucha contra la corrupción y el narcotráfico?
2.- ¿Solo se puede inculpar a esos ministros y autoridades que se relacionaron con el cuñado de Lasso o hay parientes directos que podrían haber sido parte del lavado de activos en el sistema financiero, del que forma parte el banco del Presidente, que en muchos casos expatriaron los capitales, seguramente a paraísos fiscales?
3.- ¿Qué hará la Asamblea Nacional frente a esto, más allá de las comparecencias en el Legislativo donde la presencia de ministros y la ausencia del mismo Lasso nos dejan con muchas más dudas que los pronunciamientos del ministro de Gobierno y de esos aduladores de la Mafia Mediática?
Solo sugerimos algo que el sentido común nos ordena: CUALQUIER SALIDA A TODO ESTE DESBARAJUSTE TIENE QUE SER EN DEMOCRACIA.
Que no se le ocurra ni a Lasso ni a los poderes fácticos hacerse los duros y autoritarios y optar por violentar las normas básicas de la democracia. OJO: QUE NO LES APRISIONE LA DESESPERACIÓN Y LAS SALIDAS DE PÁNICO. PUNTO.