La desigualdad, la pobreza y el empleo informal evidencian la realidad ecuatoriana.
Punto Noticias. A pesar de que el gobierno central destacó en esta semana la reducción del déficit fiscal de 7% a 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB). La realidad ecuatoriana dista mucho de ser la mejor, pues de acuerdo con las proyecciones de especialistas económicos, el crecimiento económico de Ecuador en 2022 finalizará entre un 2,3% y 2,5%. Cifras que no logran igualar los montos alcanzados en años previos a la pandemia del Coronavirus, debido en otras cosas a la falta de inversión en obras públicas y reducción del tamaño del estado.
El director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES), José Hidalgo, puso como ejemplo las cifras del empleo adecuado que aún continúa por debajo», y lo achacó al estancamiento de la inversión pública, y que no se ha impulsado un cambio estructural que mejore a futuro las posibilidades de crecimiento económico a nivel país; ya que a su criterio Ecuador requiere al menos un 4% o 5% en términos de crecimiento económico anual para que los ingresos de los ciudadanos mejoren y surjan nuevas fuentes de empleo.
El ministro de Economía, Pablo Arosemena, por su parte se mostró optimista, mencionando que en lo que va del gobierno de Lasso, se han creado 350.000 empleos, aunque no especificó si estas plazas estaban vinculadas al empleo adecuado, es decir que provean a los ciudadanos de un salario mínimo de USD 425 y respete los derechos laborales. Ya que de manera contrapuesta el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), explicó que tan solo el 35,6% de la población económicamente activa tiene un empleo adecuado. Esto con corte del mes de noviembre del presente año.
Otras cifras que contrastan con la realidad que vive el gobierno nacional, tienen que ver con las remesas que recibe el país, que este año sobrepasaron los 4.000 millones de dólares, lo que da cuenta de un incómodo aumento de la migración. Mientras que la cobertura del bono social, de acuerdo con las propias cifras del gobierno, pasó de cubrir a dos de cada 10 familias en situación de vulnerabilidad a beneficiar a 8 de cada 10. Algo que evidencia el aumento de la desigualdad y la pobreza en el Ecuador.
Redacción: Ángel Cóndor