Muchas familias del sector tienen que abastecerse de agua en una vertiente natural.
Punto Noticias.- Hasta este lunes 22 de marzo del 2021, la capital de la provincia de Loja no supera los efectos del periodo invernal. Al menos 40.000 ciudadanos, cerca del 50 % de la población urbana están 10 días sin agua potable. El Municipio repara la tubería en un sitio y se avería en otro, y las fuertes lluvias dificultan las labores.
Dos son los sistemas de agua potable que están con averías el de Curitroje y Carigan, que abastecen del líquido vital a al menos un centenar de barrios. Estas emergencias fueron el viernes 12 de marzo del 2021, en el sector de Masaca Alto.
Aquel día, los aludes de tierra dañaron las tuberías de conducción que pasaban por un talud de la montaña. Al siguiente día, 15 obreros y maquinaria pesada de la Unidad de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio trabajaron en el sitio, pese a la inclemencia del tiempo.
Según un comunicado del Municipio, del viernes 19 de marzo, al ingresar los caudales de las captaciones se descubrieron nuevas roturas. En el caso de Curitroje allá se desplazaron 30 metros de tubería de fundición dúctil, en ese lugar los trabajos se realizan de manera manual.
Además, en El Chirimoyo se constató la ruptura de la tubería e impidió el ingreso de los caudales a la planta de Carigan y existen más daños en la transmisión sur. Ante ello, el Municipio distribuye el agua potable por medio de tanqueros.
Con el cronograma siguiente: este lunes, los tanqueros llegarán a 40 barrios entre ellos Ciudad Victoria, La Dolorosa, San Francisco, Menfis, Pitas, Esmeraldas, Pucacocha, Motupe, Rosales de Belén, Cansacola, San Vicente, El Dorado y Monte de Los Olivos.
Los pobladores están desesperados y dicen que llevan muchos días sin el líquido vital y que esa dotación es insuficiente para cubrir sus necesidades. Ante ello, las familias se aprovisionan de las vertientes y quebradas cercanas.
El alcalde de Loja, Jorge Bailón, señaló que realizaría un arreglo precario de la tubería, para restablecer el servicio, porque es una zona muy vulnerable al deslizamiento de tierra y tienen dificultad para sostener la tubería en la roca.
Incluso, advirtió que con nuevos aguaceros se podría repetir los daños. La propuesta de los técnicos de ingeniería es cambiar el rumbo de la tubería por otro lugar pero necesitan una inversión superior a los USD 2 millones.
Fuente: El Comercio