Los acordes de una guitarra abrían la oportunidad de crear universos con la ayuda de la luminiscencia del escenario del Teatro Benjamín Carrión, en Loja.
Punto Noticias. El colectivo “Escena Continúa” presentó “Ocupar / Vaciar”, una obra de danza contemporánea en respuesta a preguntas sobre cómo habita los espacios el ser humano, de manera individual y en colectivo.
Como en un cuento, el narrador omnisciente no es un personaje del relato, pero guía al lector, a su gusto, a su ritmo. Lo conoce todo. El músico Galo Segarra es quien lleva el relato, desde una esquina del escenario, con su música en vivo y diferentes instrumentos.
El primer universo
Los acordes de una guitarra abrían la oportunidad de crear universos con la ayuda de la luminiscencia del escenario del Teatro Benjamín Carrión, en Loja. Tres pequeños círculos titilaban en las tablas y tres personajes lo ocupaban: Julieta Angeletti, Jaime Paredes y Diego Díaz.
Cada uno se abría espacio entre el vacío de sus círculos. Estaban a pocos metros de distancia uno del otro, pero los apartaba la inmensidad de la oscuridad. A momentos, la espesa negrura absorbía a todos, en un relato que terminaba con el último rasgar de Segarra en su guitarra.
El mundo colectivo
¿El ser humano está consciente cuando habita espacios? En un primer momento, la respuesta de los tres extraños fue una frenética serie de movimientos en el que, a ratos, chocan entre sí. Muy parecido a lo sucedido en la Tierra: el acelerado ritmo del mundo moderno.
Ahora, el universo en el que comparten los tres es un gran rectángulo lumínico que ocupa todo el escenario. Corren, chocan, siguen corriendo sin dirección alguna, sin siquiera percatarse de la distancia recorrida, ni las huellas que dejan en el camino. Se detienen.
La música los transita a un pequeño cuadrado que se vuelve el único espacio vacío habitable, donde pueden comprender la cercanía del otro, con una gravedad que pesa sobre sus cuerpos, que ralentiza las frases de los intérpretes, con movimiento más pausados, conscientes.
El narrador lleva al espectador y los protagonistas a cada mundo lumínico con el violín, la guitarra, el piano. Es el lenguaje de quien conoce el final de los tres.
El habitable
El narrador toma un papel. En el silencio del Benjamín Carrión lo arruga muy cerca del micrófono. El mítico crujido del material da paso a una nueva etapa de quienes buscan entender su habitar. Vuelven a sus universos individuales circulares. Danzan.
Pero ahora atraviesan esa profunda oscuridad que los distancia y terminan en un mismo espacio. Habitable. Sus movimientos son plausibles de un camino narrativo marcado por la música de Segarra, quien cierra la historia con el silencio de sus instrumentos.
“¿Qué es el vacío? ¿Cómo se manifiesta en el cuerpo/espacio? y ¿verdaderamente existe o estamos mucho más cerca de lo que pensamos?”
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La obra es dirigida por Gabriela Piñeros y tuvo su estreno en diciembre de 2020. «El proceso de creación fue sistematizar las primeras respuestas que el cuerpo nos había dado en los primeros ensayos», explicó Piñeros al Ministerio de Cultura. Se presentó en el Teatro Benjamín Carrión la noche del viernes 26 de noviembre de 2021.