Editorial de Radio Pichincha
Apenas derogan la Ley Orgánica de Comunicación, los misóginos, los violentos, los odiadores y los asalariados gobiernistas sacan sus garras y atacan sin límite y menos ética, la que nunca conocieron, pero se camuflaron bien en una supuesta autoridad moral.
José Hernández, uno de los 4 Pelagatos, ahora arremete contra una asambleísta de la Revolución Ciudadana, sin vergüenza alguna. Para resulta normal tachar de estúpida a una mujer y quedar impune porque cuenta con el apoyo tácito y explícito del gobierno y de la mafia mediática que le acolita en todo.
Estos individuos se creen con la licencia total para insultar, injuriar y al mismo tiempo declararse víctimas cuando se los confronta o se les dice, por ejemplo, que viven de los “aportes” de cierto banco y de algunas agencias gringas. Insultan e injurian porque solo así, siempre así, hacen méritos para pagos indirectos de esos ahora ministros que los mantuvieron durante la década de la Revolución Ciudadana. Nada hacen gratis, ni siquiera por una convicción política, porque de tenerla tendrían unos límites.
HERNÁNDEZ Y LOS PELAGATOS SON COBARDES Y MISÓGINOS, TAL COMO LOS QUE LOS FINANCIAN Y AÚPAN EN SUS PROCACES ACTUACIONES SUPUESTAMENTE PERIODÍSTICAS, AL AMPARO DE UNA MAL ENTENDIDA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Ahora, esperemos que las organizaciones feministas hagan su parte y no escojan los casos según las conveniencias políticas o dependiendo de su sesgo político.
Pero la cosa no queda ahí: el supuesto cineasta, hijo de otro odiador, al que llaman, cada vez con más razón, HIJO BOBO, el mismísimo vicepresidente de la Fundación creada por Guillermo Lasso para conjurar todas sus fobias políticas, el supuesto agente de todos los grupos de trolls y de bots, el llamado Carlos Andrés Vera, se ha propuesta atacar la reputación de nuestro compañero Alexis Moncayo.
La actuación del llamado HIJO BOBO solo da cuenta que tiene un aparato de persecución bien montado, que rastrea todo, que espulga la vida de los opositores políticos y de los periodistas críticos. Lo hizo durante varios años contra nuestro gerente Orlando Pérez. Hoy contra Alexis. Tal cual un Villavicencio cualquiera cree que vivirá por siempre en la impunidad y al amparo del poder financiero y ahora gubernamental, además del acompañamiento de la mafia mediática.
Pero no, no hay que tenerle miedo ni menos aún ninguna clase de consideración porque violan todo principio de respeto y tolerancia. Se mueven con las garantías que les dan los aparatos de inteligencia y ciertas fuerzas oscuras financiadas desde cierta embajada y corporaciones empresariales.
Ni los Pelagatos y menos los Vera nos atemorizan. No tenemos pruebas, pero tampoco tenemos dudas que ellos y todos sus cómplices y acólitos están detrás de los ataques a nuestras redes sociales, a nuestra página web y a todos esos intentos de acallarnos, como en su momento lo hicieron María Paula Romo, Juan Sebastián Roldán y Andrés Michelena. Son de la misma calaña, nadie lo duda. Son la continuación del régimen neofascista de Lenín Moreno.
Aquí, como medio público, responsable y con los principios bien plantados, no cesaremos en informar sobre la corrupción en este gobierno, la violación de DDHH, del austericidio en la salud y en la educación públicas, así como también los protervos intereses por socavar nuestra soberanía con convenios y acuerdos con países culpables de graves delitos de lesa humanidad.
Si tienen TODA LA PLATA, ni con todo el oro del mundo podrán doblegar la sensatez de hacer periodismo responsable. Sépanlo bien VERAS, VILLAVICENCIOS Y PELAGATOS. PUNTO