Editorial de Radio Pichincha
Los que antes cuestionaron la mal llamada “democracia plebiscitaria”, cuando había temas de fondo para que sean de decisión popular, porque creían que con ello se afirmaban ciertos procesos, según ellos, “populistas”.
Hoy no dicen nada. Miran a otro lado. Dejan esos lugares comunes y, según esos voceros del gobiernismo, ahora hay otro momento para, en la práctica, desmontar el mandato de Montecristi.
Ayer, el presidente Guillermo Lasso, publicó el decreto que convocatoria al referéndum, con ocho preguntas. Previamente la Corte Constitucional le negó tres preguntas. Para él, este evento tiene como ejes el pronunciamiento de la ciudadanía sobre la seguridad ciudadana, la institucionalidad y el medio ambiente.
Y tal como están planteadas las preguntas, se huele a trampa, por donde se vea. Parecería que, de nuevo, tal como fue en campaña, Lasso quiere ofrecer una cosa, hacer otra y por detrás meter asuntos de otra naturaleza.
Ya se ha dicho hasta la saciedad no solo que es un costo innecesario, sino que los planteamientos no van a cambiar para nada la realidad crítica y crónica del Ecuador: no disminuirá la pobreza, menos aún la violencia y el tráfico de drogas, no ayuda en nada para frenar la emigración, tampoco a generar más empleo y favorecer la producción nacional y de los pequeños y medianos productores.
Seis de las ocho preguntas tienen un claro objetivo político. La extradición para traer o mandar delincuentes no es una medida vista por los expertos como una advertencia a los grandes mafiosos, por mencionar una de las ocho preguntas. Eso no solo que confunde sino que intoxica un debate y unas políticas que requieren más sabiduría y trabajo de largo aliento de carácter estratégico.
Todo lo demás, por lo que se ve, ni siquiera llama la atención para un debate ciudadano, popular y masivo.
En todo caso, ya veremos el despliegue de mercadeo, publicidad y del aparato de la mafia mediática para lavar la imagen del Primer Mandatario, porque ni él mismo ha sido claro a la hora de explicar qué quiere con todo eso. En otras palabras: LE DARÁN DICIENDO TODO, le colocarán el rostro y la voz de la campaña electoral y de ahí ya veremos cuánta plata derrocharán a favor de unos grupos que han venido enriqueciéndose con el marketing electoral de los últimos 10 años. PUNTO