El fiscal a cargo, el tercero que conoce el caso, solicitó el archivo por falta de pruebas.
Punto Noticias. Un crimen atroz quedará impune después de cinco largos años de lucha por justicia. José Vilatuña, tercer fiscal que se encargó de investigar el asesinato de Samuel Chambers, pidió el archivo de esta causa. Su familia exige que se continúe con las investigaciones y se determine a los responsables.
Samuel Chambers era defensor de los animales y la naturaleza. Vivía en una humilde casa en Guápulo. Su cuerpo fue encontrado en noviembre de 2017 en un bosque cercano a su domicilio, sin cabeza ni manos.
El temor más grande de la familia podría concretarse: el archivo de la causa y el fin de las investigaciones. Elsa Mendieta, abuela de Samuel, desesperada y angustiada, exige a la Fiscalía que no frene las diligencias para que puedan encontrar verdad y justicia por su nieto.
Sin embargo, la Fiscalía ha decidido solicitar el archivo del caso por falta de pruebas. Mientras reclama su abuela, los presuntos sospechosos se acogen al derecho al silencio y el caso quedará en la impunidad.
La familia señala que hay tres personas detenidas, por el asesinato de una mujer taxista, que serían las mismas que habrían asesinado a Chambers. “Él sabía que los presuntos culpables eran ellos y lo mataron para silenciarlo”, es la tesis de la defensa.
El caso ha pasado por las manos de tres fiscales en cinco años, pero ninguno ha logrado resolverlo. El último, José Vilatuña, pidió su archivo, al estar apenas un año a cargo del caso.
“Todos estos casos no pueden quedar en la impunidad”, reclamó la abuela de Chambers, al señalar que todas las familias de desaparecidos y asesinados reciben el mismo trato de parte de los agentes investigadores, la justicia y el Gobierno.
Elsa, junto a otros familiares de Samuel, participó este lunes 27 de marzo de 2023 en una manifestación que partió desde la Plaza del Teatro, en el Centro Histórico de Quito, hasta la Plaza Grande, frente al Palacio de Carondelet.
Una impunidad sistemática desde la o el fiscal a cargo hasta el Presidente de la República, reclamaron todas las familias al grito: “¡Nadie se cansa!”.