Punto Noticias.- Rodrigo Gallegos, director del Centro de Industria Láctea, mostró preocupación por parte del sector puesto que el 30% de la leche que se comercializa en el Ecuador viene de la informalidad y no tiene controles de salubridad, ni se garantiza un pago justo a los ganaderos. A ello se suma el incremento de importaciones en productos lácteos que han afectado a los productores nacionales.
“Esa informalidad además mueve la mayor cantidad de suero dentro de la industria porque en caso de que un ganadero no pudo vender la leche tiene que vender al mercado informal para producir queso con el fin de alargar la vida del producto”
Gallegos señaló que la informalidad puede constituir un problema de salud para la población que estaría consumiendo productos lácteos adulterados; y por otro, el decremento del consumo de productos lácteos, lo que significaría que los habitantes no están consumiendo la cantidad de proteínas, vitaminas y nutrientes que contiene la leche y sus derivados.
A eso, según el experto, se suman las importaciones de productos lácteos que ingresan al país a precios competitivos y que preocupa al sector lechero porque el mercado se abrirá cada vez más al mundo y eso exigirá innovar en productos para lograr competir.
De ahí que manifestó la necesidad de enfocarse en toda la cadena lechera, pensada en lo que buscan los consumidores. “El público busca cada vez más un producto altamente nutritivo con menos grasa (…) La innovación deberá ser un factor constante de la producción”.
Con esa base, Gallegos detalló que las industrias tienen que manejar su compra de materia prima en función de lo que el consumidor busca. “Por ejemplo a los ecuatorianos les gusta el queso (…) Y si medimos a la leche para la producción de quesos debería tener otro tipo de características y composiciones entre la más fluida y la más espesa”.
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