Punto Noticias.- El economista Alberto Acosta conversó sobre la situación económica del país. Pero, sobre todo, para identificar alternativas frente a las medidas del Gobierno.
Él empezó describiendo la realidad del Ecuador. Por ejemplo, hay grupos que dicen que el país atraviesa una crisis gravísima, dijo. En ese orden, Acosta considera que, a su modo de ver, hay segmentos en el Gobierno que exageran para tomar decisiones. Con esas posturas están generando condiciones para que eso se haga realidad, dijo.
Otros, prosiguió Acosta, sostienen que no hay crisis, que todo es un pretexto para dar paso a las privatizaciones. «Yo creo que la cosa no va por ninguno de los dos extremos. Hay crisis. Vamos cuatro años de una restricción del crecimiento económico».
Pero, Acosta dijo que si bien la economía del país no es boyante, no cree que estemos en la grave situación de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI. Para afrontar la situación económica que se vive. el economista afirma que no hay recetas milagrosas. Pero, agregó, tener como meta al FMI no debe alegrarnos. El Gobierno está haciendo buena letra para ir a ese camino, dijo.
Luego de este contexto, Acosta estableció algunas premisas para afrontar la situación económica. Él dijo que se requiere una propuesta económica que reactive el aparato productivo. En ese sentido, Acosta sostuvo que la flexibilización laboral, por ejemplo, no es el camino. «Lo que está comprobado es que la flexibilización tiende a una concentración de la riqueza».
El entrevistado precisó que el empleo se genera en las pequeñas y medianas empresas, cooperativas, asociaciones, y comunidades. «(Ellos) generan más del 90% del empleo en el país». Para estimular a este sector, hay que facilitar el acceso al crédito, dijo.
Otro punto es incrementar el impuesto a la renta de las personas que ganen más que el Presidente de la República. Es decir, que no paguen el 35% sino un poco más, añadió. El impuesto a las ganancias extraordinarias es otra alternativa. «Hay empresas, como las telefónicas privadas, que tienen utilidades sobre el patrimonio, al año, de más del 90% (…) ¿Por qué no ponerles un impuesto? Muchas de esas (empresas) ganan porque tienen posiciones oligopólicas».
Otra medida: un techo salarial a los ingresos de los servidores públicos. Acosta dijo que en lugar de plantear despidos, esa pueda ser una opción. «Si tenemos un techo de tres mil dólares, temporal y por dos años, el ahorro es de USD 900 millones al año. Eso es lo que está esperando con las famosas concesiones».
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