Al cumplirse un año del último terremoto que asoló México, a las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017, se realizará un minuto de silencio para recordar a las 369 víctimas del sismo de 7.1 grados.
Con el puño en alto se recordará a quienes perdieron la vida y se reforzará el compromiso por resolver las contingencias del resto de pérdidas generadas por el movimiento telúrico.
Además se cumplen 33 años de los sismos de 1985, por lo que la bandera se izará a media asta en la plaza del Zócalo en la Ciudad de México.
El evento oficial contará con la presencia del presidente saliente Enrique Peña Nieto y otras autoridades ligadas a la Defensa y Seguridad nacional. Luego del silencio tendrá lugar un macrosimulacro donde se pondrá en marcha la alarma sísmica para practicar la evacuación con orden y respeto.
Lamentablemente no se ha podido elaborar un informe sobre los avances en la reconstrucción, ya que los entes públicos no tienen toda la información disponible y los entes privados que pensaban elaborar este análisis se quejan de la falta de transparencia en el uso del fondo para la reconstrucción que supera largamente los dos mil millones de dólares.
El desarrollo de la aplicación de las obras de reconstrucción carece de información detallada y no es posible conocer el avance de las obras, si las escuelas y demás edificios públicos están en funcionamiento, ni el grado de afectación que dejó el terremoto.
Oaxaca, Chiapas y Puebla concentran el 86% de las viviendas con daño parcial y el 79% con pérdida total. Pero no es información consolidada, ni se garantiza que el censo abarque todas las localidades de estos estados.
A un año del terremoto la opacidad se extiende en toda la administración pública mexicana, se espera la llegada de Andrés Manuel López Obrador con urgencia, para empezar a revertir esta tendencia antidemocrática que impera en México.