Fredy Rivera manifestó que este anuncio del Gobierno es parte de una política del desorden y relajo
Mucho ruido y pocas nueces, así calificó Fredy Rivera, especialista en seguridad y docente universitario, al acuerdo entre Ecuador y Estados Unidos para una colaboración militar a través de operaciones marítimas.
El especialista destacó que a diferencia de Ecuador, los países vecinos de Perú y Colombia no son parte de la Convemar, lo que implica que esas naciones sostienen su postura de soberanía sobre sus 200 millas marítimas.
“Eso nos obliga a mantener este régimen internacional de 12 millas náuticas de completa soberanía y 200 de zona náutica exclusiva”, agregó.
Por ello, si las tropas estadounidenses quisieran establecerse en las costas ecuatorianas, podrían hacerlo únicamente con operaciones conjuntas y embarcaciones ecuatorianas.
“Si hay intercepción requiere de presencia ecuatoriana”, puntualizó.
Fredy Rivera indicó que aún no hay claridad de los alcances del acuerdo porque no se ha socializado y por ello se espera que la Corte Constitucional abra la información hasta para saber si se trata de una carta de intención o una alianza.
“Tengo certeza de que en las 12 millas de soberanía ecuatoriana no van a operar y si lo hacen será en embarcaciones ecuatorianas”, reiteró.
Sobre la zona de exclusión económica que es para recursos naturales, subacuáticos y de plataforma marina, Rivera indicó que se desconoce los compromisos que hizo el gobierno de Guillermo Lasso, que además se caracteriza por su falta de credibilidad.
En todo caso, Fredy Rivera manifestó que este anuncio del Gobierno es parte de una política del desorden y relajo, puesto que son acciones no comunicadas, tal es así que el Comando Conjunto no tenía conocimiento de dicho acuerdo.
“Son cortinas de humo de último momento para tapar mediante medidas demagógicas, la infiltración gubernamental que existe con mafias como la albanesa”, mencionó.
El especialista remarcó que el Estado está emboscado e infiltrado pues sus estructuras internas están penetradas por economías ilegales, a tal punto que ciudades como Durán ya están sitiadas por el crimen organizado.
“Las corporaciones criminales tienen tomado el territorio porque les conviene como punta de lanza para hacerse de las terminales fluviales y puertos”, aseveró.