El pintor, escultor, muralista y arquitecto, Oswaldo Viteri, falleció este martes en Quito, confirmó su hija, Ileana Viteri.
Punto Noticias. Con la muerte de Oswaldo Viteri (1931), la pintura ecuatoriana pierde una de las mentes creadoras más importantes del último siglo. Y es que Viteri no solo era pintor, tenía, a partir de la fuerza telúrica que lo caracterizaba, la capacidad de ser influyente en la arquitectura, la antropología, la escultura y el patrimonio.
Haría falta una “bio” completa para abarcar todas sus aristas, se debería agregar que además era maestro en meditación zen. “El Oswaldo era un tipo temperamental, un toro”, así lo describe el maestro grabador Manuel Vieira, amigo personal del artista. Ambateños ambos se conocieron desde la juventud. “Era un tipo corajudo, por esa razón se inventó esa serie sobre los toros, que de alguna forma era una expresión de su ser”.
La energía creativa sobrepasaba a Viteri, que a la par de su tarea pictórica, se desempeñaba como catedrático en la Universidad Central del Ecuador. La pulseada entre la academia y el arte, finalmente, la venció la segunda. A partir, probablemente, de esos trabajos con muñecas de trapo, un elemento tan identificativo de nuestra cultura popular. Muñecas ensambladas a superficies, alineadas como escuadras del ejército, reales como viandantes en la plaza.
“Encontrar ese elemento (las muñecas) fue una genialidad, un detalle poderoso que nos volvió la mirada a los elementos insertos en nuestra cultura”, dice Vieira.
Tanta efervescencia tuvo su costo: una crisis de personalidad. Casi agotado recurrió a la gran maestra zen Vera de Khon y junto a otros talleristas empezó un recorrido largo por los caminos de la meditación.
En 2015 participó de su última bienal en China.
Los últimos años podría estar marcados por un gran silencio, un espacio de preparación para la última gran muestra de Oswaldo Viteri que se abre hoy más allá de La Tierra.
Otros detalles:
-En 1960 ganó el premio Mariano Aguilera
-En 1992 fue finalista del premio Príncipe de Asturias, al igual que en 1995.
-En 2006, apareció el libro “Viteri” de autoría de Hernán Rodríguez Castelo.
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