Lo que pide esta Asociación de comerciantes es que les dejen trabajar los días viernes.
Punto Noticias.- Antiguos vendedores y vencedoras de la feria de los viernes del mercado de La Floresta señalan que los quieren desalojar de sus lugares de venta y arrinconarlos en un callejón al lado de la edificación del mercado, donde no se puede cumplir con las medidas de bioseguridad.
Pichincha en tu Barrio visitó el mercado de la Floresta, donde se encuentran comerciantes de frutas, legumbres, hortalizas, tubérculos entre otros productos. Personas que han vivido del comercio por muchos años pero se sienten afectados en sus pequeños negocios ya que les han impedido seguir haciéndolo en este sitio.
Pese a que les autorizaron y dieron pintura para realizar los trazados de los sitios donde iban a poner sus productos para expenderlos han sido suspendidos y retirados hacia un zaguán junto a la edificación del mercado un lugar con poco espacio tanto para los vendedores como para los clientes.
Doña Rocío Palán, representante de la Asociación de Pequeños Comerciantes de La Floresta (Asoflor), legalmente constituida, dice que “el problema que tenemos es que nos quieren quitar la feria, nosotros hemos venido trabajando más de 50 años, yo soy la segunda generación, mis padres han vendido aquí”, dice.
Según doña Rocío, son en total 52 miembros, están trabajando solo el 25% de los asociados, con el fin de evitar el aglomeramiento.
Al mercado lo están haciendo agroecológico. “en el 2015 invirtieron USD 57.000, que no funcionó. La señora que representaba decía que era duro sostener este mercado. En ese entonces les sacaron a las personas que vendían alimentos preparados y yo les acogí”, agrega doña Rocío.
Los nuevos comerciantes agroecológicos vienen de Guayllabamba, dice la dirigente, quien reclama que les quieren quitar la Feria que ha funcionado “todos los viernes de 7 de la mañana a 4 de la tarde”, hoy les quieren quitar de ese lugar, pero insiste en que les den un documento escrito firmado por el señor alcalde.
Otra comerciante doña Esperanza Huaico comenta que les han retirado a un sitio que es imposible trabajar, donde se puede contagiar la gente tanto los que venden como los que compran, incluso hay roedores. “Queremos trabajar, queremos el sitio de trabajo que siempre ha sido en toda esta cuadra donde hemos trabajado”.
En la calle existe un trazado donde se procuraría cumplir con las medidas de bioseguridad, afirman las representantes de esta asociación. Al contrario en un lado del mercado hay un callejón bastante estrecho en donde les estarían obligando a ubicarse allí a los antiguos vendedores y vendedoras.
Mientras que dentro del mercado se observa que se apresuran en finalizar los trabajos para el mercado de productos orgánicos. Afuera esta la angustia y la tristeza de ser desplazados de los vendedores que han permanecido durante 50 años en el lugar.
“Nosotros no tenemos seguro, vivimos del pan de cada día” dice otra vendedora. “Allá adentro no vendemos nada y nuestra clientela no quieren entrar”, señala.
Una de las características de este grupo de personas es que son personas de la tercera edad y muchas son jefas de hogar.
Lo que pide esta Asociación de comerciantes es que les dejen trabajar los días viernes. Muestra los documentos de capacitaciones, certificados y los lugares señalizados para realizar sus ventas.
“Les pido a los señores de la Agencia de Comercio que consideren que esta es nuestra feria que nos dejen solo los viernes trabajar”, concluye doña Rocío.
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