La exaltación de las armas no puede terminar de otra manera que con una balacera en una escuela, lamentablemente. Y así ocurrió en Brasil, donde el presidente llegó a Planalto apuntando con sus dedos y prometiendo que quien quisiera tendría acceso a armas para “defender a su familia”.
Seis alumnos, un empleado y la directora de la escuela de San Pablo murieron, once jóvenes siguen peleando por su vida en el hospital, luego de que dos jóvenes dispararon a diestra y siniestra. Ambos se suicidaron y se investiga si además tenían una bomba que no llegaron a detonar.
La escuela se encuentra en la zona periférica de San Pablo, en Suzano, donde se vivieron las escenas de horror con estampidas y gente ensangrentada que huía del lugar. Las víctimas y sus familiares están recibiendo contención de personal especializado desplazado hasta el lugar de los trágicos hechos.
Por detrás de los Estados Unidos, Brasil es el lugar del mundo donde ocurren estos incidentes fatales con mayor frecuencia. El año 2017 en Janaúba murieron ocho niños y una profesora luego de que un miembro de seguridad incendiara el edificio y el mismo año en Goiania un estudiante de 14 años mató a dos compañeros a tiros e hirió a otros cuatro.
El caso más terrible tuvo lugar en Rio de Janeiro en 2011, cuando un hombre de 23 años disparó contra los estudiantes en la Escuela Municipal Tasso da Silveira en Realengo matando a 12 menores e hiriendo a otros 13.