La extradición de Assange se decide entre este martes 20 y mañana miércoles 21 de febrero del 2024. Sus abogados comentaron que el periodista, programador y activista no se sentía bien.
El abogado de Julian Assange defendió, este martes 20 de febrero del 2024, la libertad de información, en el juicio en Londres, por el último recurso del fundador de WikiLeaks. Busca evitar la extradición a Estados Unidos, donde es acusado de espionaje.
Citado por SWI swissinfo.ch, portal suizo, Edward Fitzgerald, abogado de Assange, habló también de “motivaciones políticas” en la demanda de extradición sobre la que debe decidir un juicio que comenzó sin la presencia del activista, periodista y programador australiano, que se sintió indispuesto y no pudo acudir al juicio, según su letrado.
Dos magistrados examinan, en una audiencia que concluirá el miércoles 21 de febrero, el último recurso de Assange contra su entrega a Estados Unidos, que lo quiere juzgar por una filtración masiva de documentos confidenciales.
“No se sentía bien hoy y no está presente”, dijo su abogado, Edward Fitzgerald, al inicio de la audiencia ante el Tribunal Superior de Justicia londinense, según Infobae.
Los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson están a cargo de las audiencias, que terminarán el miércoles. Hoy escucharon los argumentos de la defensa del australiano de 52 años.
La Fiscalía británica actúa en representación de la Justicia de Estados Unidos, que reclama al fundador de WikiLeaks por 18 delitos de espionaje e intrusión informática, luego de las revelaciones de su portal, que en 2010 y 2011 expuso violaciones de los derechos humanos de EE.UU. en Irak y Afganistán.
Amnistía Internacional hizo un pedido
Este martes 20 de febrero, a través de sus redes sociales, Amnistía Internacional pidió a Estados Unidos retirar los cargos en contra de Assange.
En una nota, publicada en su portal, Amnistía Internacional señala que a Julian Assange, fundador de Wikileaks, podrían condenarlo hasta a 175 años de cárcel. El australiano permanece detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el Reino Unido, por una petición de extradición que presentó Estados Unidos, por publicar documentos a los que tuvo acceso.
También lo acusan por divulgar documentos secretos, que entre otras cosas informaban de posibles crímenes de guerra que cometió el ejército de Estados Unidos.
«Lo que hizo Assange es el trabajo habitual de los periodistas de investigación y no debería castigarse. La persecución de Julian Assange es un ataque a la libertad de expresión», señalan.
Además, que si extraditan a Julian Assange o lo trasladan a Estados Unidos, estaría seriamente expuesto a sufrir violaciones de los derechos humanos, incluidas unas posibles condiciones de detención que podrían equivaler a la tortura o los malos tratos, como la reclusión prolongada en solitario.
El tribunal británico, anota Amnistía Internacional, ya ha dicho que el estado de su salud mental de Julian Assange es frágil, que lleva muchos meses recluido en la prisión de máxima seguridad y que podría suicidarse si ingresa en una cárcel estadounidense con condiciones penitenciarias deficientes.
«Por eso invitan a firmar una petición para exigir que se le retiren los cargos de espionaje y otros cargos conexos derivados de sus actividades periodísticas y de investigación».