Los demandantes sostienen que el antígeno provocó una reacción adversa relacionada con la coagulación de la sangre y un conteo bajo en plaquetas.
El Mundo.- En las últimas horas, la farmacéutica AstraZeneca reconoció oficialmente ante los tribunales británicos que su vacuna contra el COVID-19 puede desencadenar el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) en casos extremadamente raros.
La novedad surgió en el contexto de una demanda colectiva en el Reino Unido, presentada por individuos que afirman haber sufrido lesiones graves como resultado de recibir la vacuna.
Cabe resaltar que la farmacéutica, que desarrolló la vacuna junto a la Universidad de Oxford, ya había mencionado posibles efectos adversos en un paper del 2021, pero sin reconocerlos formalmente. Ahora, en documentos judiciales, aceptan las contraindicaciones.
Entre los efectos secundarios raros que AstraZeneca reconoció se encuentra el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), que provoca coágulos de sangre y un recuento bajo de plaquetas.
La demanda involucra a 51 personas que aseguran haber sufrido reacciones adversas con consecuencias irreparables para su salud tras recibir la vacuna de AstraZeneca.
El primer demandante fue Jamie Scott, quien en 2023 denunció que sufrió una lesión cerebral irreversible por un coágulo de sangre y una hemorragia cerebral luego de ser vacunado en abril de 2021. Su esposa recibió la terrible noticia de que él podría morir.
En una carta inicial a los abogados de Scott, AstraZeneca negó cualquier relación causal entre la vacuna y los efectos adversos. Sin embargo, en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero de 2024, el laboratorio admitió que “la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS”.
De encontrar al laboratorio culpable, podría tener que pagar una compensación de hasta 100 millones de libras a los afectados, según informa el medio The Telegraph.