Se vuelve a tensar la situación en India con el atentado ocurrido hoy en Cachemira en el que murieron doce miembros de las fuerzas policiales indias que viajaban en un convoy por la localidad de Srinagar.
Así lo confirmó Munir Ahmed Khan a la agencia francesa AFP y consignó que se trató de un ataque con un artefacto artesanal y que no se conoce el número total de heridos.
Según la agencia Press Trust of India la cantidad de personas fallecidas asciende a 18 y varios medios de prensa anunciaron que el grupo islamista Jaish-e-Mohammed se adjudica el ataque.
Los terroristas pakistaníes asumen el atentado en un comunicado, que se convierte en el más sangriento desde septiembre de 2016, cuando en un asalto a la base militar india de Uri, asesinaron a 19 soldados.
El territorio de Cachemira forma parte de una disputa histórica entre la India y Pakistán, que dista de 1947 cuando concluyó la colonización británica.
El despliegue de tropas indias en Cachemira se calcula en 500 mil hombres para poder contrarrestar la ofensiva separatista iniciada en 1989. Las amenazas entre ambos países mantienen una situación de crisis permanente, con picos de tensión nuclear, ya que ambos países cuentan con armas de la máxima destrucción posible en el planeta.