Exdirector del Izquieta Pérez alerta que se requiere de un millonario presupuesto y al menos 20 años para montar las plantas.
Punto Noticias. Con la ayuda de China y Rusia, Ecuador gestiona la posibilidad de tener vacunas ecuatorianas contra la Covid-19.
El pasado 5 de agosto, el presidente Guillermo Lasso se reunió con su par de Rusia, Vladimir Putin, y también tuvo un encuentro con el embajador de China en el país, Chen Guoyou, para solicitar la colaboración en la instalación de “plantas” de fabricación de vacunas, según anunció el vicepresidente Alfredo Borrero.
“Les ha solicitado la posibilidad de que nosotros tengamos plantas en el país. Recordemos que el Instituto Izquieta Pérez fue desmantelado y sus principales funciones era proveer vacunas. Estamos en proceso de conversación para que Ecuador tenga vacunas contra la COVID-19 y el otro tipo de vacunas”, declaró.
Borrero no entregó detalles del costo que representaría la instalación de las plantas en el país, debido a que el proyecto está en etapa de conversaciones.
El gobierno saliente de Lenín Moreno anunció, en mayo de 2021, que canceló $ 75 millones para la compra de 20 millones de vacunas contra la COVID-19, de distintas farmacéuticas.
El exdirector del Izquieta Péres, Luiggi Martini, advirtió que “no le alcanzará la vida para ver la producción nacional de vacunas”, porque se trata de una inversión millonaria a largo plazo. Estima que son 20 años para la instalación de plantas productoras, tecnología, laboratorios, preparación de profesionales e investigadores , sin contar que los equipos que quedan en el instituto están obsoletos.
“No es que vamos a ahorrar dinero; el costo es altísimo para montar una planta de millones de dólares, el único país preparado en América es Estados Unidos, no lo hacen ni en México, Brasil o Argentina, lo que ellos hacen es envasado, eso no lo vamos a tener en corto plazo. Esta es la realidad, no podemos hacer vacunas COVID porque no estamos en las condiciones científicas”, manifestó Martini.
El presidente de la Comisión legislativa de Salud, Marcos Molina, propone ayudar a la academia con asesoría internacional y un programa de reactivación del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), hasta que se cumpla la propuesta de la instalación de las plantas.
Molina se reunió, el pasado 4 de agosto, con un grupo de investigadores estadounidenses quienes están dispuestos a colaborar con la propuesta. “Por cuestiones de discrecionalidad no se puede revelar aún los nombres, hay que cumplir ciertos plazos y tiempos”, indicó Molina.
También está en conocimiento de dicho planteamiento el vicepresidente Borrero, quien enfatizó que la iniciativa está en los planes del Gobierno, pero que se debe avanzar en un orden determinado.
Aracely Álava Alprecht, también exdirectora del Instituto Izquieta Pérez, señaló que ella y otros investigadores del extinto organismo han mantenido dos reuniones con el segundo mandatario y que la tercera reunión estaba programada para el 6 de agosto, pero por cuestiones de agenda de la autoridad se suspendió y esperan la nueva fecha.
Fuente: Expreso.