Si bien han disminuido ciertos delitos como el robo a motos y autos, por otro lado la extorsión ha crecido”, remarcó, Carla Álvarez.
Carla Álvarez, investigadora, docente universitaria y especialista en seguridad, lamentó que en la coyuntura actual se haya politizado la seguridad, lo que dificulta tomar una decisión técnica frente a la violencia y la criminalidad.
“Estamos viendo cálculos políticos detrás de toda medida que se toma, así como también la exageración de cifras o la disminución de la importancia en función de la coyuntura”, agregó.
Pese a ello, Carla Álvarez subrayó que las medidas tomadas por el Gobierno sí fueron las esperadas por la población frente a los niveles de criminalidad, sin embargo, el Estado no se puede quedar en la visión de mano dura.
“Porque la criminalidad no busca oportunidades políticas sino económicas”, acotó.
Álvarez advirtió que cuando la tensión aumenta con el control policial y militar, la criminalidad es lo suficientemente ágil y flexible para mutar en ciertas actividades.
“Si bien han disminuido ciertos delitos como el robo a motos y autos, por otro lado la extorsión ha crecido”, remarcó.
La docente universitaria explicó que la inseguridad está viviendo un efecto globo, donde se presiona a un sector, pero se infla otro, en este caso la extorsión, lo que debe ser calculado por los tomadores de decisiones.
Además, Carla Álvarez subrayó que las medidas de mano duran no desmotivan a la criminalidad porque la rentabilidad del narcotráfico y minería ilegal sigue siendo alta y por tanto constituye un motivador para las personas vinculadas con el crimen.
“Se necesitan medidas sociales, económicas, de apoyo al empleo y bienestar que deben estar acompañadas con la mano dura, el control, apresamiento de delincuentes, entre otros”, puntualizó.