Pese a que la falta de mantenimiento puede provocar inundaciones en la hidroeléctrica, Celec no ha vuelto a retomar el proceso de contratación, según los registros del sistema de Compras Públicas.
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) declaró desierto el concurso para contratar el servicio de desalojo de sedimentos depositados en la zona descarga de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclar por un monto de USD 779 mil, el pasado 15 de febrero de 2024.
La acumulación de sedimentos «es una constante amenaza a la paralización de la generación hidroeléctrica» de Coca Codo Sinclair, según un documento que reposa en el sistema de Compras Públicas.
Coca Codo Sinclair es la más grande del país, con una potencia instalada de 1.500 megavatios. Está ubicada en el límite fronterizo entre las provincias amazónicas Napo y Sucumbíos. Fue inaugurada en noviembre de 2016 y tuvo un costo de USD 2.300 millones.
El río Coca, clave para las operaciones de la hidroeléctrica, sufre de un extraño fenómeno natural de erosión regresiva, lo que ocasiona incertidumbre sobre las operaciones de la central hidroeléctrica.
Según informes diarios de Celec, el frente de la erosión regresiva del río Coca está a 7,3 kilómetros de la captación de agua de la hidroeléctrica, con corte al 15 de mayo de 2024.
A finales de 2023, un informe de Celec, que justificaba el contrato para el desalojo de sedimentos, advertía la necesidad de mantenimiento en la hidroeléctrica debido a los efectos de la erosión regresiva en el río Coca, que ha generado la inestabilidad de los taludes y, en consecuencia, una acumulación de sedimentos en el sitio de la descarga de Casa de Máquinas de Coca Codo Sinclair.
«Uno de los efectos es la progresiva acumulación de sedimentos en el sitio de la Descarga de Casa de Máquinas de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que constituye una constante amenaza a la paralización de la generación hidroeléctrica, debido a la elevación del cauce influenciado por los pulsos de sedimentos acarreados hasta la confluencia de las aguas turbinadas en el punto de restitución al Río Coca», advierte el informe de necesidad de contratación, de octubre de 2023.
La descarga de Casa de Máquinas se encuentra a 67 kilómetros aproximadamente aguas abajo de la obra de Captación de agua y a 48 kilómetros de la excascada de San Rafael.
De acuerdo con el informe técnico, la empresa ganadora del contrato debía retirar 174.324 metros cúbicos de sedimentos del lecho del río Coca, para que ese material sea depositado en un espacio denominado la escombrera. Pero esto no ocurrirá por ahora, pues el proceso de contratación se declaró como desierto.
De hecho, se concluye que la remoción de los volúmenes de sedimentos en la zona del túnel de descarga permite «disminuir el calado en la zona de la descarga (margen derecha) y de esa manera reducir la probabilidad de inundación en el canal y túnel de descarga«.
Limpieza debe ser periódica
El informe insiste sobre la importancia de retirar los sedimentos de esa zona, debido a que, en escenarios de crecidas del río Coca, aumenta la cantidad de depósitos en la zona.
«Por lo que la intervención deberá ser periódica”, pues es necesario hacerlo para «mantener el lecho del río a una cota adecuada para que la descarga opere de manera correcta», señala dicho informe.
Celec -en el informe- reconoce que, anteriormente, se han concretado varios contratos para el retiro de sedimentos de esa zona.
Proceso desierto
El 14 de febrero se justificó la caída de la contratación por considerar que existen inconvenientes para los intereses nacionales e institucionales, sin embargo, no se volvió a levantar el proceso pese a que se trata de la hidroeléctrica más importante del Ecuador.
Documento de declaratoria de desierto: ver documento
Los apagones
Dos meses después, el 14 de abril, iniciaron los apagones en el país, aunque hasta ese momento no se reconocía de parte del Gobierno la crisis energética, sino que más bien, la entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo, prefería llamarlo desconexiones por la alta demanda de electricidad en la Costa.
Con el pasar de los días el Gobierno de Daniel Noboa, a través de sus funcionarios, tuvo que reconocer que eran necesarios los apagones en el país, mismos que llegaron a ser de hasta ocho horas diarias, generando pérdidas de por lo menos USD 20 millones por hora en el sector empresarial.
Hasta este 15 de mayo, el proceso de contratación para retirar los sedimentos no se ha vuelto a retomar, según el sistema de Compras Públicas, lo que pone en peligro el funcionamiento de la central hidroeléctrica más grande de Ecuador, en un país en el cual no se ha descartado por completo volver a los apagones.