El acuerdo entre ambos países implicaba que México haga una tarea de contra inteligencia criminal en sus cárceles para conocer los nexos con las organizaciones criminales de Ecuador.
Oscar Balmen, periodista mexicano y analista geopolítico, destacó que el asalto a la embajada de México en Quito, tiene repercusiones importantes en materia de seguridad, pues el país gobernado por Manuel López Obrador suspendió las tareas de colaboración en materia criminal.
Balmen informó que, a principios de 2024, cuando se intensificó la violencia en Quito y Guayaquil, relacionadas a pandillas carcelarias y organizaciones criminales, iniciaron conversaciones con México para saber si esos grupos están asociados a los carteles de México.
“Hace semana y media empezó la ruptura de ese acuerdo”, agregó.
El objetivo era interceptar las comunicaciones privadas de las principales cárceles de México para determinar si había nexos con las organizaciones criminales en Ecuador y conocer los niveles de cooperación.
“Se comenzó a imprimir la información, hubo un avance de datos, con lo que se podía saber dónde estaban los lazos carcelarios, pero vino el lamentable asalto de la embajada y la ruptura de relaciones diplomáticas. Nada se pudo concretar”, aseveró.
Balmen enfatizó que quedó trunca una tarea de inteligencia criminal que habría beneficiado a ambos países, en tres cosas:
- Tener una mejor comprensión de cuál es la relación criminal entre grupos de México y Ecuador.
El periodista se preguntó, por ejemplo, cómo es que en cinco años los carteles mexicanos se convirtieron en los principales abastecedores de una franquicia criminal en Ecuador.
“Hubiese sido importante saber por qué Ecuador fue un modelo de ensayo para exportar la operación de los carteles mexicanos”.
- Saber hasta dónde llega la cooperación. Si solo se trata de un truque de drogas por armas, o si es un trueque por conocimiento y base social, o si comparten operaciones a nivel financiero para blanquear el dinero.
- Conocer quiénes están detrás de las redes criminales. Quiénes son los verdaderos ganadores, porque el Chapo o Fito, solo son la fachada de un enemigo mayor.
“Podría llevarnos a nombres de grandes políticos, empresarios y banqueros. Eso tiene más sentido”, mencionó.
Oscar Balmen lamentó que todo haya quedado en nada, pues aún cuando se restablezcan las relaciones diplomáticas, el retomar ese acuerdo llevaría muchísimo más tiempo.