Se debió emplear y nunca se empleó, como en el ataque al cuartel, la quema a la Contraloría que fue un acto terrorista pero no estuvo a cargo FFAA y no estaba en condiciones de emplearse.
Oswaldo Jarrín, ministro de Defensa, indicó que el actual decreto ministerial que permite el uso de la fuerza progresiva hasta el utilización de armas letales por parte del personal militar, ya se encuentra publicado en el Registro Oficial. En ese contexto reconoció que de haberse tenido este instrumento en el 2019, las Fuerzas Armadas pudieron haber llegado al quinto nivel donde se analiza el uso de armas para contrarrestar manifestaciones violentas.
Para el funcionario el ataque al cuartel de las FFAA o la quema de la Contraloría ocurridos en las protestas de octubre pasado, fueron actos terroristas en donde se debió emplear el uso de armas de fuego: “Pero nunca se empleó, no estuvo a cargo de las FFAA y no estaba en condiciones de emplearse, pero son manifestaciones claras de violencia extrema, de agresión, de búsqueda de daño y de destrucción al personal militar o a las instalaciones de carácter estratégico”.
Tomó como ejemplo, también, el haberle roseado gasolina a un uniformado en la protesta del año pasado: “Ahí estaba en condiciones la policía de usar armas de dotación violentas en idéntica forma, con municiones y armamento del más alto nivel”.
Explicó que lanzar cohetes caseros, no es arrojar simples voladores, sino que quien los usa busca causar daño y por tal razón, dijo, varios militares perdieron un ojo: “Hay que considerar que la violencia no depende exclusivamente de lo que se usa como instrumento sino de la actitud y de la búsqueda de causar daño. Esto es un asunto respaldado por órganos internacionales”.
Respecto al cuarto nivel, el ministro, detalló que las fuerzas militares se equipan y salen a controlar en idéntica forma que la Policía Nacional, con armas no letales, ya sea gases lacrimógenos o aturdidores como granadas: “Que no causa daño y son de derecho internacional de control, no causan daño mayor, no hay efecto colaterales pero permiten bajar la intensidad de la violencia de la manifestación hasta que se restablezca el orden”.
Fuente: Teleamazonas