La institución confirmó responsabilidades civiles culposas en contra de siete ex gerentes generales de Tame.
Punto Noticias.- La Contraloría General del Estado señaló que se registraron pérdidas acumuladas en Tame, entre los años 2015 y 2020, que derivaron en glosas de USD 243 millones. La institución, además, confirmó responsabilidades civiles culposas en contra de siete ex gerentes generales de Tame.
Los montos de las glosas corresponden a las pérdidas originadas de la operación de las rutas, en los periodos de actuación de los ex funcionarios, debido a que no adoptaron medidas oportunas para corregir las falencias.
“Como resultado del examen especial, aprobado en julio de 2021, a la rentabilidad de Tame, producto de la operación regular de las rutas aéreas nacionales e internacionales, la Contraloría General del Estado (CGE) confirmó responsabilidades civiles por USD 243’084.840 a siete ex gerentes generales de la extinta empresa pública”, se mencionó en un comunicado.
La Contraloría agregó que los ex funcionarios, en sus periodos de gestión, no tomaron acciones correctivas, ni implementaron estrategias que contribuyan a mejorar la gestión de la empresa, de manera que genere más ingresos, se reduzcan costos y que la entidad alcance ganancias, producto de la operación de las rutas.
“Los indicadores, obtenidos de los reportes contables de los resultados de la operación mensual y consolidado anual, reflejan que, entre 2015 y mayo de 2020, la rentabilidad sobre el patrimonio fue negativa, por lo que la empresa no generó un rendimiento que al menos asegure el retorno de los fondos propios. En el mismo periodo, la rentabilidad sobre los activos fue negativa. Es decir, con todos sus activos, Tame no generó utilidades, demostrando ineficiencia en el empleo de los recursos”.
La resolución de las glosas también advierte una disminución progresiva del margen bruto de utilidad, hasta porcentajes negativos en el rendimiento de la empresa. Esto ocurrió debido a que los costos operativos absorbieron y superaron los ingresos, sin dejar margen que permita cubrir los gastos administrativos y de ventas, demostrando un control inadecuado sobre los costos de operación de las rutas.