El exmandatario, no descarta que la acción de Fiscalía contra la Prefectura de Pichincha, “sea un retaliación por denunciar que su cómplice Edgar Molina es el abogado de Hernán Luque”.
“Estamos en país de locos”, afirmó el expresidente Rafael Correa, al referirse al allanamiento de la Fiscalía a la Prefectura de Pichincha, a pesar de que esta entidad entregó todas las respuestas a las peticiones con sus respectivos respaldos en 16 cajas selladas el 27 de octubre pasado, y aun cuando se había designado casillero judicial, tras el inicio de una investigación de presunto peculado.
El exmandatario, no descarta que la acción de Fiscalía contra la Prefectura de Pichincha, “sea un retaliación por denunciar que su cómplice Edgar Molina es el abogado de Hernán Luque”, involucrado en el caso “encuentro”.
En su cuenta de la red social X, el exgobernante cuestiona la agilidad con la que la Fiscal Salazar, ordenó el allanamiento para indagar “un supuesto caso de piponazgo”, mientras “en #ElGranPadrino, el caso de narcopolítica más grave de la historia ecuatoriana y con asesinatos incluidos, todavía ni siquiera se allana a Danilo Carrera, el principal implicado”.
De su lado, el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador (CONGOPE), a través de un comunicado, expresó su solidaridad con la Prefecta de Pichincha, Paola Pabón.
El gremio exhortó a la Fiscalīa a realizar las investigaciones en “estricto apego al debido proceso y el Estado de derecho, evitando el show mediático que conduce a la judicialización de la política”.
El 25 de octubre pasado, la Fiscalía notificó a la Prefectura de Pichincha, sobre el inicio de una investigación previa por la contratación de Soledad Padilla, exasesora del exvicepresidente Jorge Glas.
El caso comenzó tras la filtración de conversaciones entre el exvicepresidente Jorge Glas, Soledad Padilla y el asambleísta electo, Ferdinan Alvarez, sin consentimiento del exgobernante.