Para los abogados, el exvicepresidente es un preso político que no tiene opción a los beneficios penitenciarios.
Punto Noticias.- Una vez que el pasado 20 de junio, la jueza Soledad Manosalvas negó el pedido de habeas corpus de Jorge Glas para que obtenga su libertad, la defensa internacional del exvicepresidente interpondrá más recursos como la apelación y otras acciones fuera del país.
Glas lleva 18 meses detenido y se le han negado los beneficios penitenciarios hasta esperar que se resuelva la apelación de la sentencia en el caso Singue, en el que tendría -al igual que los otros sentenciados- la presunción de inocencia por un laudo arbitral a favor de la empresa Gente Oil, que formó parte del consorcio DGC, al que se le adjudicó la exploración y/o explotación de hidrocarburos en el Bloque Singue. El laudo estableció la responsabilidad contra Ecuador y dispuso el pago de USD 11 millones por reparación.
El Tribunal Arbitral Internacional señaló que la intervención del Procurador General del Estado ha sido dolosa.
Según la defensa nacional e internacional del exvicepresidente, el abuso de procedimientos penales es cada vez más evidente, a pesar de las pruebas aportadas y por la comisión médica creada por solicitud de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como producto de las medidas cautelares que mantiene actualmente a su favor, las cuales evidenciaban el grave estado de salud.
Con el rechazo del habeas corpus, Glas permanece en la cárcel 4 de Quito y de acuerdo con Sonia Vera, parte de la defensa técnica internacional coordinada por Christophe Marchand, no se puede dar seguimiento a lo que exige el derecho internacional, los mecanismos de protección de derechos humanos y a los médicos, debido a que el país se encuentra convulsionado por las amenazas latentes del poder.
Dijo que el exfuncionario tiene una situación delicada de salud que fue corroborada con el último informe médico del 13 de junio, en el que se señala que debió ser internado.
Pese a ello, la resolución de la jueza señaló que el Estado ha cumplido con el tratamiento de las enfermedades de Glas, que no corre peligro, y que sus dolencias pueden ser tratadas en el centro penitenciario. Sin embargo, este tipo de acciones, para la defensa del exvicepresidente, darían cuenta de que no existe posibilidad de un juicio justo.