Los asesinatos en Colombia no paran. En los primeros siete meses de 2018, 26 desmovilizados de las FARC fueron asesinados. Y se nota un crecimiento respecto al año anterior en lo que se puede denominar violencia posconflicto.
La Fiscalía colombiana contabiliza desde 2016, el asesinato de 63 exguerrilleros de las Farc, sin contabilizar a dos que formaron parte de las víctimas de la masacre en El Tarra, Norte de Santander, en la que perdieron la vida nueve personas.
Se trata de John Jaimes Sanabria y Ramón Emiro Ramírez y también dos exFarc fueron heridos, Quintero Ramírez y Argelino Ortega Ortiz.
El Norte de Santander es un territorio donde se viven enfrentamientos entre facciones del ELN y de “Los Pelusos”, quienes buscan controlar los diferentes tráficos que ocurren en la zona. Sin embargo el crimen no ha sido reivindicado.
En El Tarra el índice de esclarecimiento de los delitos violentos es muy bajo, con solo 26 casos de los 63 ocurridos hasta junio.
La conformación de nuevas bandas armadas de todo color, comienzan a asolar en este territorio, enfrentándose entre ellas y tratando de obligar a que vuelvan a las armas exmiembros de las FARC. En ese sentido, debe destacarse la existencia de disidentes de esta fuerza, ahora política, que mantienen un funcionamiento de banda armada.