En agosto se piensa tener listo un acuerdo renegociado con el FMI, debido a que a fines de septiembre se deberá enviar una reforma tributaria a la Asamblea. Al menos eso estaba planificado con el Gobierno anterior.
Punto Noticias.- Para definir cambios en los impuestos, el Gobierno analiza con cautela este tema e incluso invita a diálogos para que las medidas que se adopten no causen malestar.
El ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, ha mencionado que buscará consensos para la reforma tributaria que tiene previsto aumentar los ingresos fiscales luego de la crisis económica agravada por la pandemia de la Covid-19.
Apenas asumió el mandato el presidente Guillermo Lasso ya anunció reformas tributarias. Entre los cambios se ofrecía la eliminación del 2% a los microempresarios, la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) y bajar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en feriados para reactivar el consumo y el turismo. Sin embargo, eso aún está en espera.
Con Cueva al mando del Ministerio de Economía y Finanzas, ese discurso pasó a ser más cauto al promover los consensos para tomar decisiones.
Al momento, se conoce que no habrá cambio en el Impuesto a la Renta para quien gane USD 11.212 al año o 934 dólares al mes, cifra que actualmente es la base exenta de ese tributo.
Cueva ha enfatizado que se procurará que los más ricos sean los llamados a contribuir. Aunque ya se advierte que los más afectados serán los de la clase media.
Según el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), suscrito el año pasado por el expresidente Lenín Moreno y que será renegociado por Cueva, el mandatario debe enviar a fines de septiembre de 2021 una reforma tributaria a la Asamblea, lo cual implicaría que el nuevo régimen de impuestos rija desde 2022.
El FMI proyectaba que la nueva reforma tributaria incremente la recaudación en una cantidad equivalente a 2,6 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, unos USD 2.600 millones.
De acuerdo con el organismo multilateral, los ingresos fiscales en Ecuador aún siguen siendo bajos, por lo que ya en septiembre de 2020 señaló que se debe hacer una reforma fiscal ambiciosa, inteligente y progresiva que debe incluir una reforma del IVA favorable al crecimiento.
Para el FMI y el Gobierno, el IVA debería ser de tres puntos porcentuales. Es decir, pasar del 12% al 15 %. No obstante, durante la campaña electoral, Lasso señaló que no incrementará esta tasa y ha dicho que más bien se buscarán reducir los impuestos.
Además, en el acuerdo con el FMI se planteó una reforma del Impuesto a la Renta a las personas, centrada en el extremo superior de la distribución de ingresos y la reforma del impuesto de sociedades, orientada a la ampliación de la base, es decir, sumar contribuyentes.
El ministro de Economía manifestó que espera tener listo el acuerdo renegociado con el FMI en agosto y que la propuesta en materia tributaria puede verse ajustada a la nueva realidad del país. Es decir, puede ser menos brusca gracias a un mayor precio del barril de petróleo, que en estos días supera los USD 70.
A su vez, los nuevos cambios buscarán reducir la evasión tributaria y, en parte, pueden centrarse en reducir las exenciones tributarias vigentes.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también consideró en su informe que las naciones de América Latina deberán buscar la manera de aumentar la recaudación de impuestos.
Los impactos negativos de la crisis en la recaudación tributaria hicieron que el déficit fiscal en la región total aumentara: del 3% respecto al PIB en 2019 al 8,3% en 2020. En el caso de Ecuador, según el Servicio de Rentas Internas (SRI), la recaudación de impuestos se redujo 13%.
En un documento titulado ‘Informe para la Reforma Fiscal en Ecuador. Mesa de Reforma Fiscal’ de mayo de 2021, elaborado por expertos internacionales y nacionales, auspiciado por el BID y coordinado por el Ministerio de Economía y Finanzas, se menciona que las tres cuartas partes de los gastos tributarios son beneficios y la otra parte son incentivos.
En Ecuador, el 30% de las personas naturales con mayores ingresos concentra el 95% del monto total de los beneficios. En cambio, los incentivos van dirigido a estimular la inversión.
Fuente: Ministerio de Economía, Expreso, redes sociales