Los costos asociados con la compra de útiles escolares, uniformes y matrículas educativas generan preocupación entre los padres y representantes. Este impacto se ve agravado por la situación económica actual, lo que lleva a muchas familias a ajustar sus presupuestos y endeudarse para sobrellevar estos gastos.
Las Warmis.- Esta semana, más de 4 mil estudiantes iniciaron un nuevo periodo educativo en el noroccidente de Quito, pues pertenecen al régimen Costa – Galápagos.
El reto se asume con entusiasmo, según Mayra Rodríguez, quien tiene 3 niños en la Unidad Educativa Teniente Hugo Ortíz de la comunidad de Palmito Pamba, en Nanegal.
“Con ganas de que aprendan cada día más, si contamos con buenos profesores”, asegura.
El inicio de clases viene acompañado de los gastos en uniformes, útiles escolares y rubros diarios para transporte y alimentación de los menores. A Rodríguez le ha tocado adquirir una pequeña deuda para cubrir alrededor de 600 dólares.
También en el cantón pichinchano Pedro Vicente Maldonado, los niños, niñas y adolescentes retornaron a las aulas de acuerdo al calendario escalonado dispuesto por el ministerio de Educación. Diana Sánchez ha notado un incremento en los costos de uniformes, calzado, mochilas, aunque aún no ha cotizado la lista de útiles. Dice que “ha habido un incremento considerable en relación al año anterior”.
Todos estos gastos provocan una inestabilidad a la economía familiar, según Sánchez. En su caso el décimo sueldo que recibió, le sirvió para cubrir gastos médicos, ya que debido a un accidente su hija requirió atención que no fue cubierta por el IESS.
“El médico del IESS me envió a hacer una tomografía, sólo ahí fueron 140 dólares sin contar con otras cosas”, según Sánchez.
Sobre el estado de las unidades educativas, Mayra Rodríguez se queja de la falta de infraestructura adecuada. “Nos faltan áreas verdes, pero como son escuelas que están lejos de la ciudad, entonces no hay mucho apoyo”, reclama.
Mientras que en Pedro Vicente Maldonado sí hubo mantenimiento de las unidades educativas durante las vacaciones, según Sánchez.
Sobre la seguridad, las madres consideran que sus lugares de residencia no tienen tantos riesgos, sin embargo, previenen a sus hijos también por temas como bullyng, acoso sexual y otros
El Gobierno, por su parte, asegura que implementa un plan denominado “Comunidades Educativas Seguras y Protectoras”, el cual está a cargo del gabinete social y de seguridad, el mismo que contempla ejes de prevención, promoción y atención y protección integra.
De momento, el inicio de clases en la Costa y Galápagos estuvo marcado por la incursión de hombres armados a una escuela ubicada en el sector Balerio Estacio, al noroeste de Guayaquil, donde exigieron 5 mil dólares a la comunidad educativa para permitirles funcionar.