Este 10 de noviembre se conmemoran dos años del golpe en Bolivia, que obligó a Evo Morales a salir del país para salvar su vida.
Alfredo Serrano, director Ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), narró algunas de las experiencias que le permitió escribir el libro «Evo: Operación rescate. Una trama geopolítica en 365 días».
Detalló que el libro está narrado en primera persona, pues fue a él a quien buscó el exvicepresidente Álvaro García Linera, para pedirle ayuda a fin de salvar la vida de Evo Morales quien se encontraba escondido en el trópico de Cachabamba junto con la exministra Gabriela Montaño: “Era notorio que se había puesto precio por su cabeza”.
Tras dicha comunicación, Serrano llamó a Alberto Fernández quien en esa fecha ya había ganado las elecciones pero aún no asumía el poder, de ahí que acudieron Mauricio Macri para pedirle que tenga un gesto humanitario: “Tuvimos un rotundo no, luego el segundo paso fue llamar al presidente de Paraguay Mario Abdo, quien pese a no ser de izquierda comprendió la gravedad del caso y ofreció mandar un avión de rescate”.
Indicó que posterior a ello, se comunicaron con el canciller de México donde también recibieron una respuesta positiva. Entre ambas opciones el expresidente Morales optó por el Gobierno de Manuel López Obrador: “Desde ahí las comunicaciones sobre el operativo fueron entre Evo, Álvaro, la Cancillería mexicana y mi persona”.
Recordó que uno de los mensajes fue para calcular el tiempo exacto en el que debían salir Evo y sus acompañantes desde el escondite hasta el aeropuerto de Chimore a fin de coincidir con el avión mexicano: “Fue acompañado de un blindaje humano de entre 7 mil a 10 mil personas, caminando 1 hora 36 minutos”.
Mencionó que al principio el avión fue impedido de entrar al espacio aéreo, pero tras conversaciones con un General de Bolivia se pudo notar que si se impedía su aterrizaje habría una masacre humana, pues la zona donde se encuentra el aeropuerto es bastión de Morales.
En ese sentido reprochó el rol nefasto que tuvo el régimen de Lenín Moreno quien se negó a dar permiso para sobrevolar el espacio aéreo ecuatoriano en el retorno a México.
Aseveró que Evo no quería irse del país, que su última opción era abandonar su tierra e incluso no descartó gobernar desde Cachabamba, pero la masacre pudo ser peor, porque justo un día después de que salió de Bolivia hubo una movilización a favor del líder de izquierda: “Resistió hasta última hora. Cuando se va, tiene un sabor agridulce, porque sale salvando su vida pero dejando un golpe de Estado, ese momento fue capturado en foto donde se ve la cara de Álvaro y Evo mirando por la ventana del avión con tristeza”.
“La madrugada del 10 de noviembre a las 02:00 de la madrugada, Evo intenta hablar con Luis Almagro, pero no le respondió, no le respondió a un Presidente miembro de la OEA y curiosamente cuatro horas después emite un comunicado por twitter donde plantea la exigencia de la renuncia de Evo, la convocatoria a nuevas elecciones donde además no participe Evo”.
Poco tiempo después, según Serrano, se conoció las razones por las cuales el exmandatario Lenín Moreno se negó a permitir el paso del avión donde viajaba Evo y era precisamente porque estaba colaborando con el Gobierno de facto de Jeanine Áñez: “Y no solo él sino también Mauricio Macri, ambos regímenes avalaron el el golpe de Estado”.
“Yo fue diez días después a encontrarme con ellos en México, un domingo nos dice que está preparado para regresar en navidades para comer tambaqui, le miramos con Álvaro diciéndole cómo a volver. Ahora nos damos cuenta que Evo se equivocó de fecha pero no de horizonte, a pesar de que le quemaron su casa, la de familiares y amigos, él resucitó con derrota política, dice mucho de él”
Informó que este día Celag publicará un texto sobre vías legales para lograr la revocatoria de Almagro en la OEA porque no responde para el cargo por el cual fue nombrado, lo cual se evidencia con todo lo que le ocurrió a Evo Morales.