Diego Oquendo, Alvaro Rosero, Francisco Vivanco y otros propietarios de radios obtuvieron puntajes de 100 sobre 100 en el concurso realizado por Arcotel
LOS PERIODISTAS
Abrazos, entrega de placas y halagos mutuos entre el presidente Lenin Moreno y un grupo de radiodifusores privados. Ese fue el clima de cordialidad y camaradería en el que el gobierno entregó a sus amigos, los propietarios de emisoras, títulos habilitantes por 15 años.
Es el resultado de un concurso para la entrega de frecuencias, llevado adelante por la Agencia de Regulación y Control de Telecomunicaciones (ARCOTEL), del que con anterioridad se sabía quiénes iban a ser los beneficiados.
Diego Oquendo, propietario de radio Visión; y Gonzalo Rosero, de radio Exa Forever obtuvieron el puntaje perfecto de 100 sobre 100, en la calificación total.
Otro de los afortunados ganadores que constan en la lista es el propietario de Diario La Hora, Francisco Vivanco Riofrío, quien también obtuvo una calificación de 100 sobre 100, que le permitió obtener la frecuencia 106,1 FM.
Vivanco aún no cancela las liquidaciones de sus extrabajadores, despedidos hace más de un año tras el cierre de la versión impresa de su medio de comunicación.
También recibieron el título habilitante las emisoras Ecuadoradio, Colón, Canela, Caravana, América, Rumba y Sonorama. Esta última, que captó 18 frecuencias y repetidoras, es de propiedad de Marcel Rivas, quien también es dueño de Canal Uno, y que aún no paga las liquidaciones de sus extrabajadores despedidos.
Durante la ceremonia de entrega de frecuencias, el ministro de Telecomunicaciones Andrés Michelena aseguró: “estamos devolviendo un derecho a cada uno de los medios de comunicación, abrimos el camino para iniciar un concurso transparente, justo, sin obstáculos, sin manipulaciones”
Sin embargo, a lo largo del concurso fue evidente la intromisión de Michelena, quien públicamente pedía la salida de integrantes de la veeduría ciudadana que no eran de su agrado.
El entonces coordinador de la veeduría, Héctor Velasco, y la subcoordinadora, María Gabriela Vargas, renunciaron por las presiones de Michelena, quien también cuestionó en su cuenta de Twitter la calificación de Roberto Wohlgemuth, como veedor. “Vamos de mal en peor”, expresó y pidió a ARCOTEL que impugne esa designación.
Diego Oquendo dijo a Moreno al recibir su frecuencia: “Señor Presidente usted no me debe nada a mí, ni yo le debo nada a usted. Fundamentalmente este ha sido un gobierno democrático, que le ha devuelto al país las libertades públicas”
Oquendo olvidó que su hijo, Christian Bernardo Oquendo Sánchez, fue designado por el presidente, dentro de la cuota política, como segundo secretario de la embajada del Ecuador en Canadá, con un sueldo de USD 5.229.
Alvaro Rosero, hijo del propietario de radio Democracia, Gonzalo Rosero, aseguró que en el concurso de frecuencias “se han hecho las cosas con transparencia y en justicia”.
Seguramente como pago por el título habilitante de su emisora y a la buena relación con el gobierno, Rosero defiende la gestión de Moreno y ataca a sus opositores. Recientemente anunció en uno de sus programas el “manual anticorreísta de cara a las elecciones de 2021”
Así opera el pacto entre el gobierno y sus amigos. Durante estos cuatro años, los medios se han encargado de lavar la imagen de Lenin Moreno, mientras ellos han recibido favores.
Esta alianza se concretó a inicios del mandato de Moreno. La primera exigencia de los medios, que fue cumplida por el gobierno, fue la reforma a la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) con la que se eliminó la Superintendencia de la Información y Comunicación (SUPERCOM) y las sanciones que establecía la ley.
En las reformas también se estableció, por antigüedad, la asignación de 30 puntos adicionales a las emisoras privadas, dentro del concurso, y se aumentó el porcentaje de frecuencias para medios privados, del 33% a 56%, del total de espectro radioeléctrico.
Verónica Calvopiña, de la Fundación el Churo Comunicación, considera que desde que se reformó la LOC, se inclinaron las condiciones para favorecer a los medios privados.
Explica que se eliminó la posibilidad de que los medios comunitarios puedan competir en igualdad de condiciones con los privados, por lo que no se cumplió la democratización de la comunicación establecida en la Constitución y la LOC.
Según Calvopiña, se marginó nuevamente a las radios comunitarias con frecuencias en comunidades pequeñas y no se permitió el acceso a grandes ciudades. “Persiste la discriminación y la idea de que los medios comunitarios son los que están en la montaña, en lugares alejados”.
Y añade que no se observó el artículo 113 de la LOC sobre la concentración de frecuencias, por lo que se mantienen los mismos grupos que monopolizan medios de comunicación.
Las frecuencias que salieron a concurso fueron 3.096, de las cuales 2.112 correspondieron a emisoras privadas y 984 a comunitarias.
Y mientras se entregó con bombos y platillos los títulos habilitantes a las emisoras privadas, se invisibilizó a las radios comunitarias. Ningún representante de esos medios fue invitado al palacio de Carondelet.
Mostrando una imagen de generosidad, Lenin Moreno despide el año 2020 con el reparto de frecuencias a quienes fueron unos de sus principales aliados.