El rendimiento de la selección ecuatoriana fue analizado en nuestro segmento Punto y Contrapunto de Radio Pichincha Universal, por los analistas y catedráticos universitarios, Fernando Carrión, Nelson Reascos y Ugo Stornaiolo, todos coincidieron en que el problema es estructural y no del equipo.
“Eso de que los partidos se juegan uno a uno hizo que la selección salga del mundial”, así lo manifestó Carrión, al indicar que los mundiales duran tres años y por tanto el entrenador, en este caso Gustavo Quinteros, debió pensar en la integralidad durante ese tiempo y no en la individualidad de los encuentros.
“Los futbolistas como los choferes son exactamente lo mismo, cuando hay una crisis los culpables son los choferes, cuando detrás hay una dirigencia (…) Cuando no se ve las soluciones estructurales, siguen los problemas”, agregó.
De ahí que destacó la necesidad de hacer cambios profundos, empezado por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) donde todas las autoridades deben salir para convertirla en un ente absolutamente regulador-
Otro de los errores, según Carrión, fue que Quinteros no viva en Quito pues eso provocó que los seleccionados no sepan jugar en altura. “Se necesita cambiar la sede porque la geografía juega”, puntualizó.
Por su parte Reascos, remarcó el dolor que significó para los ecuatorianos salir del mundial pues el fútbol en el país es como religión donde la hinchada es fiel y hace todo lo posible por verle jugar a su equipo y le tiene fe, encomendándose a todos los santos.
“Es un fenómeno de la sociedad y duele mucho cuando la selección nos tiene acostumbrados a tener éxito ya habíamos ido a los mundiales”, reiteró.
Para Stornaiolo el fútbol debe ser manejado desde la pasión, pues en Quito se está perdiendo ese sentimiento, ya que la gente prefiere no asistir a los estadios, algo que no está siendo analizado por la FEF que se ha concentrado únicamente en Quinteros.