Debido a la pandemia, los artistas llevan más de seis meses sin trabajar. Ahora, sus artistas no pueden regresar a este lugar por amenazas de los responsables del robo de sus equipos
Punto Noticias. Desde 1995 el Taller de Teatro Los Perro Callejeros, ubicado en el Parque El Arbolito, en Quito, funciona como una trinchera para la producción artística popular. Hoy, ha sido desmantelado por personas que se asentaron con carpas en el Parque.
Héctor Cisneros, representante del Taller, relató que el Municipio de Quito y la Casa de la Cultura Ecuatoriana realizaron, en los primeros meses de pandemia, un albergue en el conocido Pabellón de las Culturas, también ubicado en el Parque, pero que luego de varias semanas los evacuaron y cercaron con vallas este sector, sin reubicar a los que se beneficiaron de esta ayuda.
Quienes estuvieron en este albergue decidieron asentarse en el Parque con carpas y cartones, junto al taller de arte popular Los Perros Callejeros. En agosto, Héctor notó un orificio en una de las ventanas metálicas que estaba tapado con unos plásticos. Al ingresar, notó que les habían robado todo y convertido en una “cloaca” el taller.
Héctor calcula que son cerca de $7.000 el monto que ascendería lo robado, entre instrumentos, vestuarios, equipos de sonido, luminaria, hasta las puertas que había en el interior. “Los instrumentos, el vestuario todo se llevaron. Cuando fuimos a ver, encontramos a estas personas con nuestros trajes puestos”, contó Héctor, al señalar que no pueden acudir a su taller porque son amenazados por estas personas.
Han conversado con los administradores del Parque y con personas de la Casa de la Cultura para que les brinden apoyo para la recuperación de este espacio, pero lamentó que, hasta la fecha, no han recibido ninguna respuesta.
Explicó que hubo un segundo asalto y las autoridades aún no realizan ningún operativo para retirar a los responsables de este delito que están viviendo en los exteriores del taller. Pese a ser los afectados en este caso, criticó que incluso funcionarios de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) les culparon a los representantes del Taller y no obtuvieron apoyo para resolver su situación.
Héctor y el resto de trabajadores del Taller llevan más de seis meses sin trabajar debido a la pandemia del COVID-19. Su trabajo se enfoca en la apropiación del espacio público para expandir el arte escénico en la ciudad. Luego de 25 años, hoy no tienen materiales, ni un taller habitable para trabajar, tampoco el apoyo de ninguna autoridad local ni nacional.
Su pedido es que las autoridades les apoyen para desalojar a estas personas que los amenazan y puedan restaurar su taller para continuar compartiendo el arte y la cultura que, en Quito, atraviesa por uno de los momentos más críticos.