Por Andrés Luna Montalvo
“¿Y usted no escucha radios deportivas, profesor?”, le pregunto a Luis Fernando Suárez mientras viajamos en su vehículo hacia una cafetería donde habíamos pactado una entrevista para un diario deportivo. “No, nunca, generalmente no escucho lo que dicen los periodistas”. La anécdota corresponderá al 2005 o 2006 mientras era seleccionador de Ecuador y la recordé hace poco cuando lamentaba escuchar a Renato Paiva, en Independiente del Valle, organizar conferencias de prensa enteras para machacar a periodistas; un director técnico que, en razón de su inexperiencia en el fútbol profesional, hablaba según lo que decían de él y era esclavo de los programas de análisis de GolTv.
También la comenté años atrás, cuando en un ejercicio parecido escuchaba con rubor a Gustavo Quinteros dispersar la atención de su mal trabajo y malos resultados con la selección de Ecuador, dedicándose a responder lo que durante la semana las radios de Guayaquil hablaban de él. La prensa tiene distintos puntos de vista, hay periodistas muy buenos, conocedores, que se han preparado en el análisis táctico del fútbol y fruto de aquello tienen mayores argumentos a la hora de opinar. También hay conceptos más modestos, de quienes en virtud de su afición por un equipo de fútbol ocupan paneles y suelen hacer ruido en el stand up comedy producto de la temeridad de sus predicciones.
Suárez escuchaba o leía poco de lo que se decía de él y quizás por la misma razón tampoco hablaba. No recuerdo ninguna frase para la posteridad de las entrevistas que le realicé o de las que alguien más le haya realizado. Su periodo más feliz en Ecuador, probablemente, fue dirigiendo al Aucas en su primera experiencia internacional como cabeza de un cuerpo técnico, tras haber llegado al país como asistente de Francisco Maturana. Ese Aucas 2004 acarició el título, pero con eso de que “la alegría del pobre dura poco”, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) le sacó al entrenador para llevarlo a la Selección bajo una indemnización económica que no suplió la afectación deportiva. Ramiro Gordón, presidente del “ídolo del pueblo” por aquella época, nunca perdonó que le arrebataran el talismán para conseguir el trofeo que Aucas lo consiguió recién el pasado 13 de noviembre de 2022.
Increíblemente Luis Fernando Suárez es el técnico con los mejores alcances en la selección de Ecuador de los últimos 25 años. Dirigiendo interinamente en 1997 la Copa América de Bolivia, se eliminó invicto y por penales ante México en cuartos de final, tras empatar con Argentina y ganarles a Paraguay y Chile. El 1 a 1 con México en segunda fase nos obligó a definir la clasificación a semifinales desde el punto ubicado a 11 metros del arco; fallaron sus lanzamientos Luis Capurro, Ulises de la Cruz y Vilson Rosero (quizás el mejor jugador de esa Copa junto a Wellington Sánchez), pero se eliminó a un equipo invicto y temido, mérito que no se ha podido repetir ni superar desde entonces en el torneo continental.
Con gol de tiro libre de David Beckham nos despedimos de Alemania 2006 en, también, nuestro mejor Mundial y otra vez conducidos por Suárez. Victoria sobre Polonia, goleada a Costa Rica y derrota de trámite ante Alemania fue el registro de aquella primera fase, donde la alegría la imprimían los jugadores con sus festejos ocurrentes a ritmo de bomba y máscaras, ante la impavidez de un técnico con terno y gafete que ni se inmutaba en los momentos más delirantes de esos partidos. El conductor antipático tiene el récord de esos octavos de final que nos los malogró Inglaterra y a los que no pudimos volver desde entonces.
Galo Roggiero, presidente de la FEF entre 1994 y 1998, tuvo el mérito de contratar a Francisco Maturana y Maturana el acierto de tener como asistente a Luis Fernando Suárez; aunque hoy parezca hasta ordinario, la primera selección extranjera en tener un entrenador colombiano fue Ecuador, el primer país que apostó por su trabajo, claro está, luego de Colombia, donde sus entrenadores sí hacen carrera y tienen oportunidades en sus propios clubes, especialmente en los grandes. Luis Fernando Suárez fue el último en clasificar a Qatar y se convirtió en el segundo técnico colombiano en llegar con tres selecciones distintas a un Mundial de Fútbol, enhorabuena por Costa Rica, y enhorabuena también por quienes trabajan en silencio y hablan con resultados.