Desde el mes de enero una ola migratoria sin precedentes se vivió en América, estuvo marcada por dos fenómenos a gran escala: el viaje de ciudadanos de Venezuela a otras naciones como Ecuador, Colombia y Perú y desde los países de Centroamérica a los Estados Unidos y México.
México enfrentó un inédito fenómeno migratorio: según datos oficiales, entre enero y marzo más de 300.000 personas cruzaron el país de forma irregular con rumbo a Estados Unidos.
En septiembre de 2019 Estados Unidos y El Salvador firmaron un acuerdo de cooperación en materia de inmigración como «parte de una estrategia para combatir el crimen organizado y reducir el tráfico ilegal y la trata de personas, así como la migración forzada».
En África la matriz de Seguimiento de Desplazamiento de la Organización Internacional para las Migraciones – OIM informó:
En diciembre el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) de Etiopía anunció la repatriación de 840 ciudadanos etíopes que estaban varados en Arabia Saudí.