Los ecuatorianos que sean escogidos participarán del ensayo clínico Solidaridad de la OMS.
Punto Noticias. Enrique Terán, docente e investigador universitario en biomedicina y salud, destaca que han trabajado con la Organización Mundial de la Salud (OMS), por tres meses y medio, en el ensayo clínico Solidaridad, con el fin de que Ecuador sea partícipe de esta iniciativa.
Advirtió que el proceso todavía está en marcha, puesto que la OMS todavía tiene que definir algunos elementos, como la selección de la vacuna, firma de acuerdos con los fabricantes, qué se medirá para determinar la eficacia de las vacunas.
Este proceso administrativo, dice el experto, la OMS estima que estará concluido a mediados de octubre, cuando lanzarán oficialmente el estudio.
“En ese momento esperamos trabajar, aquí, en conjunto con la autoridad sanitaria (Ministerio de Salud Pública), para cumplir los requisitos básicos que se necesitan para ejecutar cualquier tipo de estudio: aprobación de un comité de ética, aprobación de la Arcsa (Agencia de Regulación y Control Sanitario)”, manifestó el investigador.
Espera, si todo sale bien, a partir del mes de noviembre, empezar a probar esas vacunas en Ecuador.
Aclaró Terán que, por la cronología descrita, no están todavía en el proceso de reclutamiento de voluntarios y que, una vez que el estudio se implemente, será liderado por el Ministerio de Salud Pública, que determinará el proceso de reclutamiento de voluntarios.
Sin embargo, comentó que se ha sugerido que, por cuestiones lógicas, sea aquel personal que está en primera línea, profesionales de salud, policías, militares, agentes municipales, periodistas, por el riesgo implícito que tienen de contagiarse con el nuevo virus.
Explicó que, como se trata de una fase experimental, hay ciertos criterios que restringen la participación en el estudio. Las vacunas se prueban, en primer lugar, en las personas más afectadas, que, en este caso, son las personas adultas jóvenes, que están entre los 20 y 50 años. Se prueban en las personas sanas, que no tienen algún otro tipo de enfermedad que podría ser un distractor; y, como requisito básico, en aquellos que no hayan estado expuestos al virus.