Editorial de Radio Pichincha
Ahora todo nos causa temor y desesperanza. El ánimo de la ciudadanía está por los suelos. No hay confianza en las autoridades y menos en las instituciones.
Por todo eso, con la sospecha de una erupción del volcán Cotopaxi, ¿qué garantías tenemos que el Estado pueda actuar de inmediato y con la capacidad necesaria y profesional para prevenir un fenómeno de esa magnitud?
Por ahora hay demasiada desconfianza, pues la Secretaría de Riesgos ha perdido capacidad operativa, trabaja con menos presupuesto y, sobre todo, con el personal poco preparado para una emergencia. El “austericidio” implantado por los neoliberales Lenín Moreno y Guillermo Lasso han desinflado planes y proyectos, capacitación y ejercicios de entrenamiento con la población.
Sin el liderazgo de un Presidente activo y presente, ¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR? El volcán Cotopaxi lanza fumarolas y el Primer Mandatario se pasea por Galápagos, sin pronunciarse ni dirigir una operación estatal. Le da más importancia a la presencia de legisladores estadounidenses o a los baños de popularidad con fotos donde usa a los niños para promesas y hechos sin sustento en la realidad concreta.
Y no es que debemos o podemos alarmar por pura angustia, pero con los volcanes y ni qué decir con un terremoto no se puede jugar. Por lo mismo, la pasividad con la que actúa este gobierno desconcierta.
A esto se suma algo que le fin de semana se ha convertido en tema de conversación y debate: ante la ausencia de un gobierno activo y eficiente, la ciudadanía, algunas autoridades locales, se han propuesto un AUTO ESTADO DE EXCEPCIÓN. ¡Imagínense a qué hemos llegado! Ahora se cierran locales comerciales y de diversión para evitar ser blanco de la delincuencia y de la mafia. Además, la gente se arma, en todas las posibilidades, aunque escasas. Cuando decimos se arma no es solo porque se plantee el uso de armas de fuego, sino de sistema de alarma y seguridad comunitaria, que ya sabemos hasta dónde puede llegar.
Si no hay un sistema de alertas, de prevención, de capacitación y de respuesta inmediata para prevenir una erupción, ¿a quién vamos a llamar? ¿Lasso pensará que para eso está EE.UU., Colombia o Israel? ¿O dirá que una erupción del Cotopaxi es culpa de Rafael Correa?
Sinceramente, levantarse cada día es pasar de la angustia al miedo en cada hora, para atardecer con la rabia de no tener un Estado al servicio y protección de la gente, para terminar la noche encerrados para evitar ser víctimas del crimen y las mafias.
¿Hasta cuándo vamos a estar así? Difícil, mucho más con autoridades con cero liderazgo y mudas frente a la realidad. Muy difícil. PUNTO.