Las misiones de observadores internacionales son importantes en estos dos últimos años por el antecedente que hubo en Bolivia donde se registró un golpe de Estado, agregó.
Adolfo Mendoza, presidente del Parlamento Andino y observador internacional del proceso electoral ecuatoriano, señaló que ese organismo ha decidido fortalecer las misiones a partir de los acontecimientos ocurridos en los dos últimos años en la Región: “Nos obliga a ser celosos de la preservación, defensa y profundización de la democracia”.
Destacó que existe una tendencia regional de prorrogar mandatos de manera innecesaria, semejante a un golpe de Estado porque restringe los principios de la democracia provocando una evidente restricción de los derechos. Aseveró que esta problemática ocurre bajo el paraguas de los órganos electorales permitiendo un reparto de la preferencia electoral en las tradicionales élites políticas.
Mendoza mencionó que todo esto se pudo ver configurado en Bolivia, cuando en 2019 se registró un golpe de Estado contra Evo Morales bajo la mirada de una misión internacional de observadores como fue la OEA, la cual no estuvo a la altura de la defensa de la democracia.
Sostuvo que los acontecimientos ocurridos en el país gobernado por el Luis Arce marcan una tendencia en la democracia latinoamericana que la vuelve restringida: “Parecida a los regímenes híbridos en la transición de las dictaduras a las democracias, carga autoritaria y restricción de derechos, esa es una lectura de la democracia en plena crisis institucional”.
“Se pone hasta en tela de juicio las conquistas sociales y los derechos”.
Sin embargo dijo confiar que todos estos antecedentes permitirán evaluar el papel de las observaciones y el carácter específico que tiene la defensa de la institucionalidad democrática en el marco de la autodeterminación de los Estado y al margen de la injerencia.