Los diputados apoyaron a otro candidato para que sea presidente del Congreso y no al propuesto al interior de su organización, en consideración del pacto hecho con el Partido Salvador de Honduras, dejando así sin mayoría al oficialismo.
Punto Noticias.- La presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, acusó a legisladores izquierdistas afines a su bloque de romper el acuerdo que tenían para nombrar a Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras (PSH), como nuevo líder del Congreso.
Esta acción fue considerada como una “traición”, debido a que el pacto garantizaba la mayoría de escaños y favorecía la gobernabilidad del mandato que inicia el 27 de enero.
Según Castro, la “traición” se dio por la elección de Jorge Cálix como nuevo presidente del Congreso, ignorando un pacto con el Partido Salvador de Honduras, un aliado clave.
Dentro de los planes trazados por Castro, aparecía como un movimiento trascendental que Luis Redondo, del PSH, fuera el líder del Congreso, un hecho que aumentaba las posibilidades de tener mayor consenso al interior parlamentario y conquistar una mayoría que otorgara gobernabilidad, pero eso no sucedió.
Los legisladores acusados de traidores justificaron su decisión alegando que el nombramiento de Cálix se dio porque mantenía la directriz de proteger al Gobierno.
A través de Twitter, la mandataria electa manifestó su enfado y luego confirmó que los 18 legisladores fueron expulsados.
La decisión se adoptó en una reunión extraordinaria de los miembros del Partido Libre, que aún tiene como coordinador a Manuel Zelaya, expresidente hondureño y esposo de la nueva mandataria.
También le solicitó al Tribunal de Ética Revolucionario de la organización política que adopte las medidas que corresponden para completar el expediente que respalde la salida de los 18 acusados.
La promesa con el Partido Salvador de Honduras para liderar el Congreso surgió luego de que su candidato, Salvador Nasralla, renunciara a su candidatura en época electoral y apoyara a Xiomara Castro.
La situación generada en el Congreso provocó malestar del Partido Salvador de Honduras que se han convocado en sesión permanente para defender a Castro, que pierde fuerza al interior del recinto parlamentario.
Nasralla catalogó esta rebelión como “otro golpe”, trajo a colación lo que sucedió con Zelaya, cuando fue derrocado en 2009.
El próximo 27 de enero, Castro asumirá como presidenta de Honduras y le ofreció a la comunidad internacional “la seguridad” de que estos acontecimientos que “amenazan con desatar una crisis innecesaria no van a detener su gestión.
Fuente: France 24, EFE, Reuters